Por lo general, cuando los hombres se reúnen alrededor de la mesa de un café, no se dedican a hablar de sus matrimonios. Es por eso que me quedó grabada la conversación...
Cada persona tiene algo que ofrecer. Cada uno tiene un talento con el que puede ayudar a otro.
By Elana Mizrahi
En nuestra pequeña comunidad observante, las noticias se difunden rápido. Se dedican clases de la Torá a la recuperación de este hombre. Se recitan salmos y rezos. Cada uno ayuda como puede.
El versículo dice: “He sido joven y ahora soy anciano y no me he detenido meramente y he mirado cuando el virtuoso estuvo desamparado y sus niños obligados a rogar por el pan.” Extendí una mano de ayuda y un corazón amoroso a la persona en necesidad. El mundo es abrumadoramente rico.