El jasid Reb Refael Najman Hakohen relató:

En Jol Hamoed Sucot de 5691, fui enviado a un campo de trabajo en lo más profundo de Rusia. Era parte de un grupo de prisioneros que eran transportados con una fuerte guardia, y así nos llevaban a pie de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo.

Mientras caminaba, vi sauces que crecían al lado del camino. El día era Hoshana Raba, y al caminar arranqué cinco ramas de sauce y las tiré al suelo. Debía decir “Que sea tu Voluntad” (Iehí ratzon); pero mi sidur estaba en el equipaje en una carreta que iba detrás de nosotros.

Elevé mis ojos al cielo y dije: “Señor del mundo, que sea Tu voluntad que esto sea como si yo hubiese dicho “Que sea tu Voluntad.”