Matushelaj (Metusalén), hijo de Enoc (Janoj),1 fue una figura espiritual prominente durante la era anterior al Gran Diluvio. Su esperanza de vida es la más larga registrada en la historia bíblica:2 un gran total de 969 años.3

Su nombre

Su nombre, Metushelaj, es una contracción de las palabras hebreas mataim shloshim (doscientos treinta), en referencia al número de parábolas4 que él solía compartir cuando ensalzaba la grandeza de Di-s.5 Metushelaj también alude a tener el nombre inefable de Di-s grabado en su espada.6

Su estatura espiritual

Junto con Adán, Set (hijo de Adán), los tres patriarcas (Abraham, Isaac y Jacob) y el rey David, Metushelaj fue uno de los Siete Pastores,7 es decir, líderes espirituales de sus respectivas eras.8

El Talmud enseña que Metushelaj fue una de las siete personas cuyos años coincidieron con los de Adán, el primer humano.9 Estuvo bajo la tutela de Adán durante 243 años.10

Los cabalistas señalan que Metushelaj estaba al tanto de las tradiciones místicas y de los conocimientos esotéricos transmitidos por los místicos de élite de su época,11 y que estaba dotado de un alma divina únicamente sublime.12

Su vida y muerte

Aunque Metushelaj vivió durante la era que precedió al Gran Diluvio, cuando la gente llevaba vidas subversivas y moralmente corruptas,13 él permaneció perfectamente justo.14 Trató de influir en la gente de su generación para que alinearan sus vidas con un mejor estilo de vida moral, pero fue en vano.15

Metushelaj murió de causas naturales justo antes del inicio del Diluvio16 el 11 del mes hebreo de jeshván.17

Su legado

Tras su muerte, se observó un período de duelo de siete días,18 durante el cual Di-s retrasó el inicio del diluvio por deferencia a su rectitud.19

El Midrash enseña que Di-s estaba tan complacido con el honor otorgado a Metushelaj después de su fallecimiento que irradiaba intensa luz espiritual (i.e. una conciencia divina elevada) durante esos siete días para que toda la humanidad la experimentara.20 El duelo profundo que ocurrió fue provocado porque eran conscientes de la sensación de pérdida espiritual que se sentía en lo Alto hasta el punto de que incluso los ángeles elogiaron a Metushelaj y derramaron profusas lágrimas por su muerte.21

Según algunas fuentes cabalísticas, el alma de Metushelaj continuó su existencia corporal reencarnando en el cuerpo del profeta Elías.22