Daniel fue una personalidad judía prominente durante el exilio babilónico que alcanzó posiciones prestigiosas en las cortes de Babilonia y Media. Es famoso por interpretar los sueños reales, sobrevivir a la guarida de los leones y establecer fechas encriptadas para la llegada del Mashíaj. Sigue leyendo para conocer 14 datos sobre esta notable figura bíblica.

1. Fue exiliado a Babilonia

Durante una incursión preliminar en Judea en 3319 (442 AEC), Nevujadnetzar (Nabucodonosor), rey de Babilonia, derrotó al rey judío Ioiakim (Joaquín) y lo exilió a Babilonia junto con muchos miembros de élite de la sociedad judía. (Las invasiones babilónicas posteriores culminarían con la destrucción del primer Templo Santo en 3338 [423 AEC].) Entre los exiliados estaban Daniel y sus tres colegas, Jananiá (Jananías), Mishael (Misael) y Azariá (Asarías).1

2. Comió semillas para observar la alimentación kósher

Daniel y sus tres compañeros fueron seleccionados para servir como camareros en la corte del rey. Aunque una variedad de manjares y vino se puso a disposición para su consumo, se abstuvieron de la comida no kósher y basaron su dieta solo en semillas y agua.

Milagrosamente, su apariencia era aún más saludable que la de aquellos que participaron de los platos reales.2

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3. Interpretó los sueños de Nevujadnetzar

Al describir la gran sabiduría de Daniel, las Escrituras dicen: "Daniel entendió todo tipo de visión y sueño."3 De hecho, en dos casos separados Daniel fue llamado a interpretar un sueño presenciado por Nevujadnetzar, pero la interpretación no siempre era lo que el malvado monarca quería oír.

4. Predijo las suertes de los imperios futuros

En la primera ocasión, Nevujadnetzar no recordó el sueño. Exigió —bajo amenaza de muerte— que sus astrólogos revelaran tanto el sueño como su interpretación, algo que no podían hacer. Basado en una visión nocturna que le concedió Di-s, Daniel procedió a satisfacer con éxito ambas demandas.

Reveló que en el sueño el rey había visto una estatua cuyas partes estaban formadas de varios materiales: oro, plata, cobre, hierro y barro. Estos segmentos, explicó Daniel, representaban Babilonia y tres imperios posteriores, identificados por los comentaristas como Persia, Grecia y Roma, todos los cuales finalmente serían destruidos.4

5. Fue nombrado gobernador de Babilonia

El recuerdo del sueño y su interpretación impresionaron tanto al rey que comenzó a tratar a Daniel como si fuera una deidad. Cuando Daniel rechazó este trato, Nevujadnetzar en cambio promovió a Daniel a la posición de gobernador de Babilonia y jefe de todos los hombres sabios del país.5

6. Aconsejó a Nevujadnetzar dar tzedaká

En el segundo sueño, Nevujadnetzar vio un árbol majestuoso cortado por un ángel y solo le quedaban las raíces. Las implicaciones del sueño, tal como las interpretó Daniel, eran alarmantes: Como castigo por su arrogancia, el rey sería golpeado con locura durante siete años y aparecería y se comportaría como un animal. Para aplazar el cumplimiento del sueño, Daniel aconsejó que Nevujadnetzar redimiera sus pecados dando tzedaká a los pobres.6

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7. Leyó la escritura en la pared

Muchos años más tarde, el nieto de Nevujadnetzar, Belshazar (Baltazar), organizó una fiesta en la que profanó las vasijas del Santo Templo saqueadas por su abuelo. Durante las festividades, una mano apareció de repente e inscribió cuatro palabras misteriosas en la pared del palacio. Una vez más, los hombres sabios del reino no tuvieron éxito en descifrarlas, y fue solo Daniel quien fue capaz de interpretar el premonitorio mensaje Divino: que Belshazar y su reino pronto caerían presa de los conquistadores medos y persas.7

8. Fue arrojado a la guarida de los leones

Al igual que Nevujadnetzar, Darío, rey de Media, reconoció la sabiduría superior de Daniel y lo nombró como uno de los principales funcionarios del territorio. Celosos y con la intención de incriminarlo, los compañeros ministros de Daniel convencieron al rey para establecer una ley que prohibiera las peticiones a cualquier dios u hombre que no fuera el rey durante los siguientes 30 días.

Sin inmutarse por el decreto, Daniel continuó su práctica de orar a Di-s tres veces al día en dirección a Jerusalén. Sus enemigos inmediatamente lo calumniaron ante el rey, quien no tuvo más remedio que ejecutar el castigo prescrito: arrojar al transgresor a un foso de leones. Milagrosamente, Daniel sobrevivió ileso, y el rey hizo que los calumniadores fueran arrojados al pozo.8

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9. Estaba entre los hombres de la Magna Asamblea

Al comienzo de la era del Segundo Templo, los principales sabios judíos se reunieron para formar la más prestigiosa asamblea de eruditos de la historia judía, la Anshei Kneset Haguedolá ("Hombres de la Magna Asamblea"). Uno de los miembros de este gran cuerpo fue Daniel.9

10. Experimentó visiones Divinas

Además de interpretar las visiones de otros, Daniel experimentó varias por sí mismos. En su mayor parte, las visiones de Daniel trataron de los reinos que dominarían la civilización en el futuro y el tiempo de la venida del Mashíaj.10 Sus alusiones crípticas a este último han sido objeto de mucha exégesis por los comentaristas clásicos, como Rabí Saadia Gaón, Ibn Ezra, Abarbanel, y muchos otros.

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11. Su libro es parte de la Escritura

La historia y las visiones de Daniel están registradas en el Libro de Daniel, escrito colectivamente por los Hombres de la Gran Asamblea.11 Este libro es uno de los 24 libros de las Sagradas Escrituras y está incluido en la sección conocida como Ketuvim, (Escritos).

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12. También fue llamado Belteshazzar e Ish Jamudot

En los tribunales babilónicos y medos, Daniel era conocido por el nombre caldeo de Belteshazzar, un apodo que le dio el oficial jefe de Nevujadnetzar.12 La Escritura también se refiere a él como Ish Jamudot, traducido como “hombre de pureza” u “hombre de cualidades envidiables”.13

13. Algunos dicen que Daniel aparece en la historia de Purim

Según una tradición, Daniel es identificado como Hataj,14 mencionado en la historia de Purim como el individuo que transmitió mensajes críticos entre Mordejai y Ester.15 Según otra tradición, Daniel era Memuján, el consejero que impulsó a Ajashverosh a deponer a la malvada reina Vashtí.16

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14. Brilló a pesar de los desafíos

Daniel fue exiliado a una tierra lejana donde enfrentó enormes obstáculos. Sin embargo, no solo defendió sus principios y tradiciones, sino que fue admirado y respetado por hacerlo. Sorprendentemente, logró impartir la conciencia Divina a los niveles más altos de las sociedades de Babilonia y Media.

Su propio nombre insinúa esta hazaña: una fusión de las palabras hebreas "din", que significa severidad y moderación, y "E-l", el nombre Divino asociado con bondad y benevolencia. Esto implica que Daniel logró transformar la experiencia negativa del exilio en una oportunidad en la que Di-s puede brillar.17