Cuando oraba solo, el Tzemaj Tzedek, el tercer Rebe de Jabad, entonaba esta melodía cuando llegaba a estas palabras en Halel. La melodía está dividida en tres partes que significan profunda meditación, ferviente esperanza y fe ilimitada.
Compuesta o enseñada por
El Tzemaj Tzedek, Rabí Menajem M. Schneerson
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