¿Cuán importante es la tradición en el judaísmo? Y no me refiero solo al “Violinista sobre el Tejado”, me refiero a mí, a usted y al resto de nosotros. ¿Cuán fuerte es la necesidad de tradición en la conciencia espiritual de los judíos de hoy?
A pesar de los efectos del secularismo, me aventuro a sugerir que aún hay una necesidad de sentirnos conectados con nuestras raíces, con nuestra herencia, y con nuestro sentido de pertenencia al pueblo judío.
Pero para la mayoría de nuestra gente, la tradición sola no ha sido suficiente. Y esto se aplica no solo a los rebeldes que han desechado sus tradiciones con impunidad, sino también para mucha gente común y pensante que siente que hacer algo solo porque "esta es la forma que se hizo siempre" no es suficiente.
¿Qué importa si mi abuelo lo hacía? ¡Mi abuelo andaba en carro a caballo! ¿Debo dejar mi auto solo porque mi Zeide montaba un caballo? ¿Y si mi abuela nunca tuvo un título universitario, eso significa que yo tampoco debo tenerlo? Así que, solo porque mis abuelos practicaban ciertas tradiciones judías. ¿también debo hacerlo yo? ¡Quizás esas tradiciones están tan obsoletas como el carro a caballo!
Hay muchos judíos que piensan de esta forma, quienes no se van a convencer de seguir las tradiciones judías sólo porque sus abuelos lo hacían.
Por eso hay que explicar por qué sus abuelos lo hacían. Hay que entender que lo que hacían sus abuelos no se hacían solo por tradición, lo hacían porque tenían muy buenas razones. Y esas mismas razones y argumentos son válidas hoy en día.
Demasiados jóvenes desistieron de la tradición porque algún maestro del jeder o Talmud Torá no tomó sus preguntas en serio. Fueron silenciados con un gesto con la mano, un tirón de orejas, el clásico "cuando seas grande vas a entender" o el infame "haz lo que te dicen".
Hay respuestas. Siempre ha habido respuestas. Podemos no tener explicaciones lógicas para los tsunamis u otros sufrimientos, pero todas nuestras tradiciones tienen sustento y un fundamento inteligible y creíble. Si buscamos respuestas, las encontraremos en abundancia, incluyendo capas y capas de significado, de lo simple a lo simbólico, de lo filosófico a lo místico.
En la parashá de esta semana se destaca la canción del mar, cantada por Moshé y el pueblo judío luego de la partición del mar y su liberación milagrosa de los ejércitos egipcios. En sus líneas de apertura encontramos el versículo "Este es mi D-os y lo glorificaré; el D-os de mis padres, y lo enalteceré" (Shemot 15:2).
La secuencia es significativa. Primero viene
"Mi D-os", y sólo después "el D-os de mis padres". En la Amidá, la plegaria silenciosa que es el ápice de nuestras plegarias diarias, comenzamos dirigiéndonos al Todopoderoso como "D-os nuestro y D-os de nuestros padres... Abraham, Itzjak y laacov". Nuevamente, "nuestro D-os" aparece primero. Por lo que es claro que mientras que el D-os de nuestros padres (es decir la tradición) definitivamente juega un rol muy importante en el judaísmo, aun así, un prerrequisito indispensable es que debemos hacer que D-os sea nuestro, personal. Cada judío debe desarrollar una relación personal con D-os. Necesitamos entender las razones y el significado de nuestras tradiciones, para que no sean vistas como un ritual vacío a ser desechado por la próxima generación.
El judaísmo auténtico nunca se escapó de las preguntas. Las preguntas siempre han sido alentadas y forman parte de nuestra herencia académica. Cada página del Talmud está llena de preguntas y respuestas. No tiene que esperar hasta el Seder de Pesaj para hacer una pregunta.
Cuando pensamos, preguntamos encontramos respuestas a nuestra fe, entonces las tradiciones de nuestros abuelos cobran vida, y comprendemos completamente porque debemos hacerlas nuestras. Una vez que una tradición se ha vuelto nuestra, entonces el hecho de que esta misma práctica haya sido observada por nuestros ancestros a través de las generaciones, se convierte en una fuerza poderosa que puede inspirarnos a nosotros y a nuestros hijos para siempre.
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