A veces sucede que decides hacer algo con las mejores intenciones y terminas haciendo lo que parece ser lo opuesto.

Sabe con certeza absoluta, porque es una tradición que recibimos de nuestros sabios, que si tu intención es verdaderamente buena, el resultado final será bueno. Tal vez no el resultado que tú intentabas, o que te interesaba, pero bueno de todos modos.