Bsd
C1
6. Una de las cuestiones primordiales en el comportamiento de las mujeres judías, que influye [y afecta] a sus hijos e hijas, es la conducta recatada [conforme lo afirma el versículo:] "El honor de la princesa reside en su interior" 2 . En este sentido la Guemará3 señala el decoro extremo de Kimjit, (madre de Sumos Sacerdotes –Cohaním Guedolím- en la época del Sagrado Templo, [el Beit HaMikdash de Jerusalém]), [destacando] que las paredes de su casa jamás vieronlos cabellos de su cabeza, y a ello se debió que fue privilegiada con siete hijos Cohaním Guedolím.
Sería erróneo [por parte de la mujer] cuestionarse: ¿Acaso estoy obligada a conducirme con tan extrema compostura para que mis hijos sean Sumos Sacerdotes? ¿Qué problema hay si mis hijos son [tan sólo] Cohaním ordinarios? ¡"Todos los judíos son santos –kedoshím-"!
A esto alude la enseñanza del encendido de la Menorá, [el Candelabro de 7 luces del Beit HaMikdash], que se practicaba precisamente en el Heijal –el interior del Templo-, pues, tal como se explicó antes4 , si existe la posibilidad de iluminar en un lugar más sagrado, [así se debe proceder], y en nuestro caso: si a la mujer se le presenta la oportunidad de educar a sus hijos para que sean Cohaním Guedolím, ello mismo es la evidencia [para ella] que ese es cometido, y si no responde en consecuencia, no cumplimentó en absoluto su tarea [como madre], sin satisfacer, [por lo tanto,] la Voluntad del Altísimo.
7. Teniendo en cuanta lo antedicho, entenderemos el versículo: "Dile a Aharón…cuando enciendas las luces", instando a Aharón [el Sumo Sacerdote] a encender la Menorá. Esto requiere ser comprendido: el encendido del Candelabro podía hacerse por medio de cualquier judío, no exclusivamente por un Cohen; incluso la preparación de las lámparas podía llevarlas a cabo un Cohen ordinario, no necesariamente el Cohen Gadol, entonces, ¿Por qué la consigna fue que Aharón las encienda? De lo que se infiere que, la Escritura requiere que Aharón, el Sumo Sacerdote, él exclusivamente, sea el que realice esta tarea.
La explicación radica en que, como se explicó antes, de cada judío se demanda influenciar en el prójimo, al encenderle la luz Divina, su Alma interior. También se mencionó, que el modo del encendido, [es decir,] la llegada hacia el prójimo, debe efectuarse exclusivamente desde el nivel de santidad del Cohen Gadol. No hay que contentarse brindando [sólo] un grado de santidad elemental, sino, se debe procurar hacerlo con la espiritualidad del Sumo Sacerdote, exclusivamente.
El Cohen Gadol se destaca por el hecho de que una vez al año ingresa en 'lo más interior de lo interior', el recinto del Kodesh HaKodashím. En ese recinto no había otra cosa más que el Arca con las Tablas [de la Ley]; el nivel espiritual del Cohen Gadol radica en que para él no existe otra cosa más que la Torá.
Más aun: en el Kodesh HaKodashím estaban las Tablas [de la Ley].
En ellas la Torá estaba grabada, [al estilo de] letras grabadas. 'Letras escritas' son algo agregado al papiro, diferentes son las 'letras grabadas', se hallaban grabadas en las Tablas, [formando parte de las mismas,] 'atravesándolas de lado a lado'. [Precisamente] este es el grado espiritual del Sumo Sacerdote, su esencia, toda su persona el Torá.
A esto alude la Escritura: "Dile a Aharón…cuando encienda las luces". El privilegio y el deber de cada judío es encender e iluminar la 'luz de Di-s' – Ner Havaiá- que hay en él y en el prójimo, empleando la fuerza de Aharón el Sumo Sacerdote y su estilo de hacerlo, al grado de que toda su humanidad sea sólo Torá. Dicha obligación es deber de cada judío individualmente, conforme lo explicado5 , que el encendido es [de la Menorá] es apto [incluso] por ajenos [al sacerdocio].
Estos conceptos son dirigidos especialmente a las mujeres judías, que de ellas depende la educación de sus hijos e hijas. Deben tomar conciencia que su comportamiento debe ser en un grado de espiritualidad y de un modo que, sus hijos lleguen a ser Cohaním Guedolím –Sumos Sacerdotes-.
Así se refieren nuestros Sabios al Cohen Gadol6 : 'gadlehu – hazlo crecer', se debe procurar 'hacerlo crecer'. Por medio de la conducta mencionada se anulan todos los vallados y dificultades en la vida de los hijos e hijas, y seremos bendecidos con hijos, salud y sustento abundantes, en su sentido más literal.
(De una Sijá de Jag HaShavuot 5717)
Escribe tu comentario