Cierta mujer vino a Rabí Israel de Vishnitz y le pidió una bendición. Rabí Israel, sin dudarlo, la bendijo deseándole lo mejor material y espiritualmente.

'Rebe' insistió la mujer. "Deseo otra bendición- una real- mientras usted posa sus manos sobre mi cabeza para bendecirme"

El Rebe le preguntó: "¿Cuando recitas la bendición sobre las Velas de Shabat, apoyas tus manos sobre la llama?"

"Claro que no, Rebe" respondió la mujer. "Las coloco por encima de las flamas"

"¿Y por qué no las pones sobre la llama?" el Rebe volvió a preguntar.

"Porque si así lo hiciera, me quemaría" respondió la dama.

"Bueno, de la misma manera, temo que si apoyo mis manos sobre tu cabeza, puedo también quemarme" dijo Rabí Israel.