ב"ה
Historias Jasídicas
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Lo tomó en sus manos y sintió que era una caja para anteojos...
Hace unos doscientos años vivía en la ciudad de Lemberg (Polonia) una conocida familia llamada Brill. Los lugareños solían contar que el nombre de la familia estaba ligado a una historia muy extraña...
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“Este shiduj es digno de consideración”, dijo el rabino
Iankel se sintió devastado. Avergonzado, se sintió obligado a preguntar, sin poder ocultar su desilusión: “Pero… ¿no voy a recibir los tres rublos como pago por haber traído la propuesta?” tartamudeó.
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Un jasid rico del Rebe Maharash de Lubavitch, invariablemente pedía su bendición para realizar sus negocios
Una vez acudió explicando que deseaba invertir en la fabricación de cerveza y solicitaba su aprobación.
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El Rabino Pinjas de Kóretz era un gigante espiritual entre todos los rabinos de su generación. Al principio su grandeza no era muy conocida para sus contemporáneos...
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El maestro retornó a su pueblo pero no pudo ir a su casa, con las manos vacías
El maestro retornó a su pueblo pero no pudo ir a su casa, con las manos vacías. Se detuvo en la Sinagoga local y comenzó a estudiar Talmud...
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"Ahora empiezo a entender el significado de esta historia"dijo Reb Mendel esa noche en Kfar Jabad. "La nave es el Pueblo judío, herrumbrando y desmantelándose por haber estado sumergido en el exilio por casi dos mil años.
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El nuevo caballo logró realizar el trabajo más rápidamente que el anterior, y se hizo conocido como "el caballo maravilloso"..
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En 1854, Rabi Ieoshua Rokeaj, el Rebe de Belz, sufría de una sucesión de misteriosas dolencias
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"¡Qué enorme y extraordinario pescado!" "¡Debo comprarlo en honor al Shabat!"
"¡Qué enorme y extraordinario pescado!" "¡Debo comprarlo en honor al Shabat!" dijo la señora a su empleada, mientras caminaban ese viernes temprano por el mercado...
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"...Rabi Mordejai se encontraba con hombres que habían pasado por el infierno, sólo por el hecho de ser judíos
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El sexto Rebe de Lubavitch, Rabino Iosef Itzkak Schneersohn, fue desafiado una vez…
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Basado en las Enseñanzas del Rebe de Lubavitch
Más tarde, Rabi Schneur Zalman amonestó a su hijo: “No importa cuan elevadas sean tus ocupaciones, siempre debes poder oír el llanto de un bebé...
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Se cuenta la historia de un Jasid, que cada año visitaba en el mes de Elul a su Rebe, Rabí Menajem Mendel de Lubavitch (1789-1866), para estar con él durante las Altas Festividades...
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Una vez, el Rabino Shneur Zalman de Liadi envió uno de su jasidim en misión para recaudar una suma grande de dinero para una causa importante. El Rebe lo bendijo con un viaje seguro pero misteriosamente le advirtió de no entrar a ninguna casa que tenga su puerta mirando al este..
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¡Le prometo que la semana próxima su esposa estará aquí junto con usted!
Él había llegado de Europa y estaba esperando establecerse en América. A su esposa, sin embargo, se le había negado la entrada debido a su mala salud y estaba en la Isla de Ellis a la espera de la deportación inminente.
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El Baal Shem Tov llevó al joven Talmudista a la ventana, y apuntó a un aguatero que pasaba, con un palo atado a su espalda y un cubo de agua enlazado a cada extremo. "Vamos a hablar con él" invitó.
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Una epidemia terrible se desató de Nadvorna cuando Sucot estaba acercándose, y los médicos advirtieron a los ciudadanos que tomaran todas las precauciones higiénicas por miedo al contagio.
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Un viernes de tarde, un hombre golpeó la puerta de Rabí Itzjak Aizik, rabino de Vitebsk...
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"Yo no he tenido el mérito de conocer la Tierra de Israel, pero tú debes ir allí. A través de tu servicio Divino en el lugar, lograrás apresurar la llegada del Mashíaj y la Redención"
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Hundió su rostro entre sus callosas manos de duro trabajador, y de entre sus dedos resbalaba una lágrima tras otra. Lágrimas pesadas y azarosas como sus manos, como su pobre vida.
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Para desilusión de sus padres, el príncipe atravesó una crisis de identidad y llegó a la conclusión que era una gallina y no un ser humano...
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Por S.B
“Bueno”, dijo el Baal Shem Tov, “si le parece que no puedo ayudarle en nada, quizás desee quedarse un rato y escuchar una historia”...
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“Por favor ¿puedes darme un cigarrillo?”
En Jerusalén todo el mundo conocía al viejo Berl Zlodowitz. El pobre viejo era un alma solitaria que vivía en un asilo de ancianos ubicado en uno de los barrios nuevos, fuera de los muros de la todo el mundo. Algunos decían que él había fundado la propia institución a través de cuya caridad hoy recibía techo y comida.
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Finalmente avanzó el jefe de la legión judía. “¿Y qué es lo que solicitas tú, mi fiel amigo?” le preguntó Napoleón. ¿Qué recompensa solicitas por tu valentía?”...
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¡Era una idea en la que no había pensado! Haría beneficencia y se liberaría de su melancolía. Dejó al sabio con una nueva esperanza.....
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Un rico comerciante del cercano pueblo de Hemelnick había llevado varios barriles de miel para vender en la gran feria de Berdichev. Desafortunadamente, justo en ese momento el precio de la miel tuvo una importante caída...
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Entre las instrucciones del primer testamento figuraba el pedido que, antes de enterrarlo, le pusieran un determinado par de medias que él tenía...
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Cuando Rabí Schneur Zalman llegó a la ciudad, los ancianos de la comunidad lo recibieron afablemente, pero cuando anunció que quería visitar la casa del avaro y que quería que dos rabinos lo acompañaran......
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No tengo realmente consejo para ti, buen hombre, le dijo el Rebe suavemente. -Pero usted dio consejo y bendiciones a mi amigo, el jasid-, se quejó el hombre.Te lo explicaré con una parábola, dijo el Rebe pacientemente...
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Nuevamente su nombre fue cambiado. Esta vez se lo llamó 'Arrogancia'...
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Esta es la historia de un espejo muy especial y hermoso. Colgaba de una pared en el comedor de una casa elegante, que le pertenecía a un hombre rico.
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Un día de verano, Mordejai fue a nadar al mar, y nunca volvió...
Los estudiantes iban a la ciudad para comprar suministros para la granja. Todos aprovechaban la oportunidad para vender sus productos y ganar dinero. Pero Mordejai usaba sus visitas de otra manera. Indagaba sobre los judíos de la ciudad, y verificaba qué artículos religiosos les faltaban
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"Necesitamos un décimo hombre para un minian, para que una pareja judía pueda casarse"...
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Cuando a Ozer le llego la citación para el ejercito soviético sabía que estaba en problemas
Cuando llegó a la oficina del ejército, lo enviaron a un cuarto grande con muchas mesas...
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Las Matzot que se fabricaban bajo su estricta supervisión eran famosas dentro y fuera de los límites del país
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En primer lugar, pedía que al día siguiente se leyera la Torá del Sefer Milagroso y que el Rebe fuera llamado a bendecir, enrollar y vestir el sagrado Rollo. En segundo término, las plegarias deberían comenzar temprano en la mañana, con un grupo de ancianos, y entre los presentes debería haber un Cohen y un Leví. Y todo debía realizarse en secreto.
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Después de un tiempo, se corrió la voz que el terrateniente había desaparecido
Sacando del pozo a la oveja perdida
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¡¿y cómo te permitió tu padre venir a esta hora, cuando los perros están sueltos y pueden devorarte vivo?!"
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Cierto día, llegó un mensaje que uno de los cargamentos de té del Hoshea Pequeño había sido confiscado en la frontera por los oficiales aduaneros...
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El Rebe murmuró, como si él estuviera hablando consigo mismo, pero en ruso: "¡Ohn"! (Es él). "¡Ohn de Nyeh!" (no es él). "Es él". "No es él"...
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Un poco desilusionado, Jaim preguntó hasta cuando debería seguir con esto. "Te vas a dar cuenta solo," – fue la respuesta...
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Berel nunca tuvo la ambición de ser rico. Cuando rezaba a Di-s, no pedía riquezas. Pedía salud, satisfacción de los hijos, que Di-s le diera más inteligencia para entender la Torá
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¡Quiero que sepas que ésta es la manera incorrecta de pedir!...
¡Quiero que sepas que ésta es la manera incorrecta de pedir! Las personas no van a menudo a dar lo a que esperas, y esto podría causarte albergar sentimientos contradictorios hacia ellos, el Cielo no lo permita.
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El conductor detuvo el carro, el Baal Shem Tov se bajó y, para disgusto del conductor, en pocos minutos se vio rodeado por varios ladrones.
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El rico aumentó la suma de dinero a fin de conocer el nombre del receptor...
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El estudioso finalmente salió del cuarto, su cara roja, las manos le temblaban.
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Pero el enojo del comerciante, en lugar de suavizarse, creció con ferocidad y virulencia hasta que incluso golpeó a Rabí Abraham.
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