"Quisiera que entiendan que no se trata de un truco para eludir la Halajá. Si se realiza este contrato el gentil podrá decidir a su antojo lo que suceda allí esos días"
Al escuchar esto Rabí Moshé Leib se dijo: " Si este hombre no se amedrenta de los insultos y del arresto, y tiene claro que debe volver a intentarlo, por qué yo dejaré de esforzarme?"
Cierta mujer vino a Rabí Israel de Vishnitz y le pidió una bendición. Rabí Israel, sin dudarlo, la bendijo deseándole lo mejor material y espiritualmente.
El Rebe pidió entrar a la habitación de la mujer. Cuando ingresó, le preguntó si estaba dispuesta a asumir el compromiso de encender las velas de Shabat.
La comida no estaba lista para ser elevada espiritualmente por lo que no se quedaba en el tenedor para ser consumida
El Rebe Rashab estaba comiendo y de forma inexplicable la comida se le caía del tenedor cada vez que intentaba llevársela a la boca. Por más que intentaba no había forma que la comida quede en el tenedor.
Esto genera una gran satisfacción en los cielos y el Todopoderoso recompensa esta transacción con bendiciones para los hijos, salud y sustento en abundancia, cuanto más grande es la feria más trabajo hay y más grandioso es el sustento ganado.
El Rebe Rashab no estuvo de acuerdo, le explicó que incluso el sueño sabático debe ser santificado, si uno se va a dormir con la intención de hacerlo en forma sagrada se santifica.
De repente, una fuerte ráfaga de viento abrió una ventana y volcó una jarra de leche que estaba allí. Esta se derramó en una olla grande de carne que se estaba cocinando sobre el fuego