Cierta vez le preguntaron a Rabí Iehuda Leib, hermano del Alter Rebe, cuál era el mérito de sus padres para tener semejantes hijos. Rabí Iehuda Leib respondió: "Es en mérito de mi madre, que tenía entrega absoluta por la Torá y el temor a Hashem". Y relató: "Cierta vez, nuestro padre regresó de un largo viaje por negocios, y trajo de regalo a mi madre una prenda muy delicada y costosa. Después de unos días, mi madre notó que el melamed –maestro- que nos enseñaba Torá estaba muy preocupado y esto afectaba su entusiasmo en el trabajo. Lo interrogó y el maestro le confesó que su esposa deseaba una prenda tan fina como la que ella tenía y se quejaba pues él no le compraba regalos como ese. Inmediatamente mi madre fue a su guardarropa, sacó la ropa y se la entregó al melamed. Dásela a tu esposa. Trata de no preocuparte y enseña a mis hijos con vitalidad y alegría"