La Rebetzin (esposa de un rabino) Dvora Lea, hija del Tzemaj Tzedek relato:

"En la ciudad de Vitebsk vivían dos mercaderes de té, ambos llamados Hoshea, conocidos como el "Hoshea Grande" y el "Hoshea Pequeño". El Hoshea Grande era un hombre rico, con un establecimiento enorme, respetable, y una bien desarrollada red de distribución. El Hoshea Pequeño era un negociante modesto, ganando sólo el necesario para su sostén, siempre recurriendo a préstamos para pagar a todos sus proveedores. "Cierto día, llegó un mensaje que uno de los cargamentos de té del Hoshea Pequeño había sido confiscado en la frontera por los oficiales aduaneros. Para el pobre hombre, eso significaba ciertamente la ruina. No sólo estaba arriesgado a perder todo, sino que además podría enfrentar deudas enormes que jamás podría saldar.

"Yo estaba allá," - dijo la Rebetzin, "cuando trajeron la noticia al Hoshea Pequeño, que en la época estaba en el pueblo Lubavitch. El desafortunado hombre cayó en un profundo desmayo; intentaron reanimarlo muchas veces, pero enseguida que él se acordaba de lo ocurrido, se desmayaba nuevamente.
Corrimos hasta mi padre, el Rebe Tzemaj Tzedek, y le contamos sobre el estado del Hoshea Pequeño.

Mi papá dio órdenes que, cuando Hoshea Pequeño fuera reanimado nuevamente, deberíamos decirle que el mensajero estaba confundido.

Inmediatamente después, el asunto fue esclarecido. El hecho era que el cargamento confiscado pertenecía al otro mercader, el Hoshea Grande, que apenas sentiría la pérdida. "Papá siempre garantizó que jamás realizó milagros. Sin embargo los discípulos que testificaron el incidente afirmaban que lo habían visto hacer predecir que se trataba de un error antes que el caso se esclareciera. 'Están equivocados,' replicaba papá ante esta 'acusación', no hubo nada de milagroso en mi predicción. Vean bien, nuestros sabios dicen que siempre que el Todo Poderoso hace la persona pasar por una prueba o desafío en la vida, él siempre provee la capacidad y la fuerza para soportar y aprender con la experiencia. Por eso, cuando vi la calamidad que Hoshea Pequeño no estaba preparado para enfrentar, entendí que no era dirigida a él. Obviamente, debería haber algún mal entendido…