Es el precepto con el cual se nos ordenó devolver lo extraviado, a su dueño.

Es lo que El dijo: Devolver, has de devolverlo a él; devolver, devuélvelo a tu hermano.

En la Explicación dijeron: "La devolución de lo extraviado — es un Precepto Positivo". Y dijeron además, respecto de lo extraviado: "Hemos aprendido, como resultado, que (quien encuentra y no devuelve) transgrede un Precepto Positivo y un Precepto Negativo", y todavía hemos de explicar en su lugar el Precepto Negativo concerniente a lo extraviado.

Las leyes de este precepto han sido explicadas ya en el Capítulo Segundo (del Tratado Talmúdico) de (Babá) Metziá.