Es el precepto con el cual se nos ordenó amarnos mutuamente tal cual nos amamos a nosotros mismos; que mi amor y compasión por un miembro de mi grey hacia su dinero, su cuerpo, todo lo que posee y todo lo que desea, sea como mi amor y compasión propios. Todo lo que yo quiera para mí, he de querer para él idénticamente; y todo lo que no quiera para mí ni para mis amigos, lo mismo no desearé para él.

Es lo que El, exaltado sea, dijo: Y amarás a tu semejante como a ti mismo.