Es el precepto con el cual se nos ordenó fructificarnos y multiplicarnos, y tener la intención de perpetuar la especie. Este es el precepto de Piriá veRibiá.
Es lo que El, exaltado sea, dijo: Fructificáis y multiplicáis.
Ya han explicado que el novio está exento de (cumplir el precepto de) la 'Lectura del Shemá' si desposa una (mujer) virgen, y dieron como razón de ello que está dedicado a (el cumplimiento de) un precepto (diferente).
Las leyes de este precepto y sus imposiciones han sido explicadas ya en el Capítulo Sexto (del Tratado Talmúdico) de Iebamot.
Las mujeres no están obligadas en (el cumplimiento de) este precepto. Explícitamente dijeron allí: "Al hombre se le ordenó piriá veRibiá, mas no a la mujer".
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