Es el precepto con el cual se nos ordenó el rescate de la sierva hebrea.

Es lo que El, exaltado sea, dijo: Y la rescatará.

Este 'rescate' comprende numerosas leyes, condiciones y reglamentos. Todo esto ha sido explicado ya en el Tratado (Talmúdico) de Kidushín, y allí se explicó la ley de la sierva hebrea íntegramente.

En el Mejilta dijeron, como explicación de lo que El, exaltado sea, dijo respecto de la sierva hebrea: Y si éstas tres (cosas) no le hará a ella; dijeron: "Destínala para ti, para tu hijo, o rescátala".