Desarraigando la Maldad
La palabra teshuvá – (mal traducida como arrepentimiento) - indica regreso: el pecador vuelve a su situación del pasado, en el lenguaje del Tania: "...a fin de ser aceptable ante Di-s, tan amado por Él como antes del pecado. Esto significa que la teshuvá borra totalmente todo resto de pecado para el futuro.
Además también corrige retroactivamente las imperfecciones del pasado. Esto se ajusta a la manifestación de nuestros sabios de que la teshuvá por temor es para el futuro: como cuando una persona con imperfecciones es curada. Sin embargo, la teshuvá por amor saca de raíz el pecado desde su inicio, y es como si nunca hubiera pecado.
Este poder que transciende la naturaleza, la capacidad de cambiar el pasado, puede ser explicada de tres maneras:
La teshuvá renueva el vínculo entre un judío y su Creador. Ya que Di-s está por encima del tiempo-pasado, presente y futuro simultáneamente - una persona comprometida con Di-s también comparte algo de esta cualidad.
Un judío es esencialmente bueno, y cuando peca, mantiene una unión Divina, pero que está temporalmente escondida. Por lo tanto, el arrepentimiento puede desarraigar el pecado retroactivamente, ya que no crea una nueva existencia; igualmente revela lo bueno que existió previamente.
Hay un principio de la Halajá que dice: Todo lo que está punto de ser cortado es considerado como ya cortado. De manera similar, todo el que se arrepiente - y todo judío se arrepiente al final, -es considerado un penitente. Así cuando peque, es considerado un penitente (aunque debe de hecho arrepentirse para cancelar el pecado).
(Likutei Sijot, vol. 6, p. 54)
Humildad y Teshuvá
Es bastante difícil para un egoísta retornar, por tres razones:
1) Constantemente encuentra diversas justificaciones para su mala conducta, demostrándose que en verdad está haciendo lo correcto.
2) Si hace algo tan claramente incorrecto que no puede cubrirlo en un manto de rectitud, atribuye la falta a su ambiente o a su gran inclinación hacia el mal, etc. Así se mantiene felizmente libre de responsabilidad.
3) Si no encuentra una causa externa o un pretexto para su mala conducta, simplemente la ignora. El amor cubre todos los pecados.
Una persona humilde, por el contrario, se juzga a sí mismo y su veredicto es justo, sin distorsionar los hechos o inventar excusas transparentes.
¿Teshuvá por amor o temor?
Nuestros sabios dicen que no es igual una persona que se arrepiente por temor a una que se arrepiente por amor. La primera convierte sus pecados deliberados en pecados inadvertidos mientras que la segunda los transforma en méritos.
Una persona que se arrepiente por temor de hecho está subordinada a Di-s; sin embargo, esta subordinación es semejante a verse obligado por temor al Se Por lo tanto, su servicio Divino puede ser descrito como negativo -trata de anular todo obstáculo para el servicio Divino. El resultado del arrepentimiento es entonces también negativo: la naturaleza deliberada de transgresiones voluntarias es negada (se les transforma en pecados inadvertidos).
Sin embargo, aquel que se arrepiente por amor se santifica a sí mismo para servir a Di-s con amor y deseo, impulsado por su ansia de unirse a Él. Con ello logra una nueva existencia, una de unión Divina.
Teshuvá con alegría
La Teshuvá, como todas las mitzvot, debe estar llena de alegría aunque pueda también ser acompañada de un dolor profundo. Una mitzvá tan importante como la teshuvá, que además tiene el poder de rectificar las fallas en todas las mitzvot, ciertamente debe ser cumplida con alegría.
De hecho, la Teshuvá misma está compuesta tanto de dolor como de alegría quien ha pecado puede volver a Di-s y unirse a Él, y no hay mayor alegría que esta.
La Teshuvá, entonces, tiene dos componentes: amargo remordimiento por el pasado, y una gozosa resolución para el futuro.
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