Si una persona, por asestar un golpe a otra, le causó daño en una o varias de las cinco siguientes formas, debe hacer restitución:

1. nezek - causando daño físico

2. tzaar- causando dolor

3. ripui- causando gastos médicos

4. shevet- causando ausencia del trabajo

5. boshet- causando humillación

Nosotros explicaremos ahora en más amplio detalle los precedentes tipos de daños:

1. Nezek: Si el agresor causó a la víctima perder, o lesionar un ojo, diente, mano, pie o cualquier otro miembro u órgano, el Beit Din calcula por cuánto el valor de este hombre se disminuiría por causa del impedimento si él fuera a ser vendido como esclavo. El asaltante debe pagar la suma que el Beit Din calculó como valor del miembro. (El valor de miembros u órganos no puede ser estandarizado dado que su importancia varía de acuerdo con la ocupación del hombre. Alguien que se gana la vida por medio de labor manual y pierde una mano recibe una compensación más grande que la de un intelectual que pierde una mano.)

2. Tzaar: Además de compensar a la víctima por el daño que sufrió por la pérdida o lesión de un miembro, él es requerido de pagarle por todo dolor físico causado por el accidente. La suma de retribución depende de la severidad del dolor.

3. Ripui: El atacante es responsable de los honorarios médicos y otras expensas médicas resultantes de su golpe.

La Torá expresa (Shemot 21:19), "y él pagará los honorarios del facultativo," de lo cual nosotros podemos deducir la regla de que es permisible para un Judío ocuparse de curar a los enfermos.

Cuando R. lshmael y R Akibá caminaban juntos en las calles de Ierushalaim, ellos fueron abordados por un hombre enfermo que 'Os Interrogó, "Mis maestros, por favor aconsejadme, ¿cómo seré curado?"

Ellos le dieron instrucciones acerca de las medicinas apropiadas para tomar.

Entonces él los interrogó, "¿Quién me causó volverme enfermo?"

"El Creador," ellos replicaron.

"Si es así," él arguyó, "vosotros no deberíais entremeteros en Sus asuntos. Dado que El me enfermó, ¿por qué vosotros transgredís Su voluntad intentando curarme?"

Ellos le explicaron la respuesta formulando una pregunta.

"¿Cuál es vuestra profesión?" demandaron de él.

"Soy un granjero," él replicó.

"¿Quién hizo crecer a las uvas en vuestro viñedo?" ellos preguntaron adicionalmente.

"El Creador," fue su réplica.

"¿Por qué entonces vos podáis y aráis y trabajáis el viñedo, entrometiéndoos en Sus asuntos?" ellos inquirieron.

«¡El viñedo no producirá," él respondió, "al menos que yo libre la tierra de piedras, fertilice, y la are!"

Ellos entonces opusieron, "¡Ahora vos seguramente comprendéis la estupidez de vuestra pregunta! El hombre reacciona en la misma manera como las plantas del campo; al igual que una planta sólo se desarrollará apropiadamente si ella es nutrida y regada, así el cuerpo humano puede florecer sólo si es provisto con las nutrientes y medicinas apropiadas."

4. Shevet: Si el agresor causó a la víctima una pérdida financiera por impedirle ir a trabajar, él debe pagar por ello.

5. Boshet: Aún si un hombre insultó a otro verbalmente o asestó un golpe el cual no causó daño real sino meramente lo humilló, la cuestión es traída ante el Beit Din. Los Jueces estiman el monto de la compensación financiera que es debida a la víctima por la vergüenza que sufrió. El atacante debe pagar la suma determinada por el Beit Din.

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Hashem luego explicó a Moshé las detalladas halajot de hacer restitución por haber causado daño poniendo un obstáculo o trampa sobre propiedad pública, por haber causado un fuego, y por un propietario cuyo animal causó daño. El Beit Din está a cargo de calcular la cantidad que la parte culpable tiene que pagar, de acuerdo con las reglas expuestas en parshát Mishpatím.

Reembolso de Propiedad Robada y Prohibición de Engaño

Si dos testigos observan una cosa robada entre las posesiones de un hombre o en su propiedad, el ladrón debe retornar al propietario la misma cosa, y en adición el efectivo equivalente de su valor. Si el objeto robado ya no es recuperable, él debé reembolsar en efectivo doble del valor del objeto robado. Esta ley se aplica sólo a uno que actuó furtivamente (Ganab). Sin embargo, quien roba a plena luz del día (Gazlan) necesita devolver sólo el objeto robado, mas no el efectivo equivalente. El ganav es considerado más culpable, porque actuando secretamente él demostró que teme sólo a las personas, pero no al todo vidente Ojo del Todopoderoso.

Por un buey o un cordero robado la Torá demanda un reembolso más grande: Si alguien robó un buey, lo sacrificó y vendió, él debe devolver cinco bueyes. A cambio de un cordero robado, el ladrón debe pagar cuatro corderos.*

*La Torá castiga el robo de bueyes y corderos más severamente que aquel de toda otra propiedad, dado que estos animales son la propiedad más vital de un granjero sin los cuales su subsistencia es puesta en peligro (Torá Temimá)

¿Por qué el reembolso por una oveja robada es cuádruple, mientras la Torá demanda por un buey robado un reembolso de cinco bueyes?

1. El buey es el más valioso de los dos animales dado que realiza labor para su amo, mientras la oveja no lo hace.

2. Hashem con esto nos enseña a nosotros que El está interesado en el honor de todo ser humano, aún aquél de un ladrón.

robar la oveja el ladrón tuvo que degradarse a sí mismo, porque él

llevó sobre sus hombros. Un buey, sin embargo, es fácilmente conducido fuera. Hashem toma su vergüenza en consideración y disminuye su reintegro.

La Torá considera un ladrón no sólo a uno que roba propiedad, sino también a alguien que actúa de una manera engañosa hacia otros.

Incluidos en esta categoría están:

* Quien insiste en que otro coma con él, mientras en su corazón nó desea tenerlo como huésped.

* Quien ofrece presentes a otro sabiendo de antemano que el otro no los aceptará.

* Un vendedor que es deshonesto respecto de sus pesos y medida.

*Un vendedor que mezcla mercancías de alta calidad con mercaderías más pobres, engañando al comprador.

La Torá considera a uno que actúa fraudulentamente como un ladrón; un tal ejemplo es Abshalóm, el hijo del Rey David.

Abshalóm, el hijo de David, se rebeló en contra de su padre. Buscando establecerse a sí mismo como rey. El solía levantarse temprano y pararse junto a la entrada del Beit Din. Cuando alguien entraba para ser juzgado por el Rey David, Abshalóm lo comprometía a él en conversación, preguntando, "¿De que ciudad vienes?" El hombre contestaba, y entonces Abshalóm astutamente le decía, "Vuestros alegatos son justos, no obstante nadie en la corte de ley del rey os escuchará ¡Si sólo yo fuera hecho Juez de la tierra, aseguraría justicia para todos!" Cuandoquiera que alguien se aproximaba a Abshalóm para hacerle una reverencia, el príncipe extendía su brazo, acercaba al hombre, y lo besaba. Así, Abshalóm robó los corazones de los hombres de Israel.