Estimados Lectores:

Esta semana leemos sobre los hermanos Iaakov y Eisav, su nacimiento, su infancia y sus incipientes caminos como seres humanos.

A pesar que a simple vista una ve a Eisav como el malvado y a Iaakov como el hermano recto y perfecto, la Kabala nos habla del origen de Eisav, en el mundo de Tohu, infiriendo que incluso era superior en nivel espiritual que su hermano.

¿Cómo es posible que haya caído tan bajo si su origen era tan alto?

Jasidut nos cuenta que el intento dedicarse a refinar espiritualmente ciertas cosas en este mundo que se encontraban en un estado de impureza tan bajo que no eran posibles rescatarlas para el lado de la santidad, eso fue lo que lo hizo caer, pero sus intenciones iniciales eran buenas.

A veces uno quiere influenciar al prójimo a mejorar espiritualmente, a crecer en el camino de la Tora y las mitzvot, pero si no somos cuidadosos, el entorno nos puede terminar transformando a nosotros.

Sobre esto vemos algo muy interesante que ocurre en nuestra generación, el Rebe de Lubavitch, de bendita memoria, envío a miles de Shlujim, emisarios, a diferentes ciudades del mundo a difundir Tora y Miztvot, y a llenar esos lugares de judaísmo. En muchos casos pensaríamos que esta empresa es imposible, no solo no se podría cambiar el lugar sino que el entorno afectaría negativamente al enviado.

Para eso el Rebe nos dio las fuerzas de estar protegidos en todo momento que nuestra misión sea transmitir al prójimo judaísmo y nuestra búsqueda sea acercarlo a la Tora.

Este fin de semana se realiza en la ciudad de NY, un encuentro con todos los emisarios del mundo, una experiencia increíble y tonificadora a todo el que tiene la oportunidad de vivenciarla.

Tengo el mérito de participar de este evento. También estaré en la tumba del Rebe, todo el que quiera enviar un pedido a su tumba que me lo envíe (incluir el nombre hebreo y nombre de la madre) y me comprometo a colocarlo en su nombre.

Shabat Shalom

Rabino Eli Levy