Estimados lectores:

Hoy por la noche entramos en un nuevo año. Cuesta creer que ya pasamos un año entero desde el Rosh Hashaná pasado.

Para todos el 5780 será memorable, la pandemia, las cuarentenas en los distintos países, las consecuencias en la economía individual y global, los casos graves de conocidos, los chicos todo el día en casa, meses sin ver a seres queridos, fue un año intenso para todos.

El balance a simple viste da negativo, la imagen de la balanza del día del juicio parece inclinarse hacia un año olvidable, mejor hubiese sido saltearlo por completo.

¿Qué nos dice el jasidismo?

Cada cosa que nos ocurre desde lo más ínfimo a lo más trascendente tiene una razón de ser y un significado.

A nivel personal, aprendí mucho de todo lo que paso, hay cosas que no van a volver a ser como antes. Aprendí a confiar en que los caminos de Hashem son los que siempre priman, mis planes no siempre se van a concretar como yo quiero. Muchos reenfocamos nuestras prioridades y valores, nuestras preocupaciones son distintas ahora que hace un año.

Aprendí a valorar a mi familia, a disfrutar de mi trabajo, a apreciar un café o una cerveza, o una salida a caminar a la plaza o al parque. Muchas cosas que antes daba por sentado ahora tienen otro valor. Me estreso menos por cosas pequeñas, que antes me preocupaban.

Tengo la certeza absoluta que el 5781 será un año de renacimiento para toda la humanidad, un año de prosperidad para todos, de paz y salud.

A todos los que me leen todas las semanas, aunque no los conozco personalmente los siento cerca, los quiero y les deseo un excelente año.

¡Ketiva Vejatima Tova! ¡Shana Tova Umetuka!

Rabino Eli Levy