Estimado lectores:

En esta semana leemos los diferentes elementos que se donaron en el Mishkán para construir el altar móvil. Se podría haber traído una ofrenda sobre una piedra en el desierto, pero Di-s exigió que hubiera un altar de oro, otro de cobre, un candelabro de oro, entre otros elementos de lujo.

Esto nos da para reflexionar sobre el uso del lujo y las riquezas en el servicio a Hashem. Hay una tendencia a pensar que la riqueza es el contrapuesto de la espiritualidad, que para lograr la voluntad divina debemos vivir una vida de pobreza y estrecheces. La Torá entiende lo contrario, absolutamente todo lo que está a nuestro alcance debe ser utilizado para unirme a Hashem. Son negativos si uno lo usa con fines egoístas, pero si lo usamos para el bien común debemos aprovecharlas.

Estos días mucha gente empezó a escuchar sobre las criptomonedas, el Bitcoin subió este año de cuatro mil dólares a cerca de cincuenta y tres mil. Hablaba con un amigo que hace muchos años está involucrado en este mundo y me decía:

- Lo más importante es la adopción, de a poco cada vez más gente entiende los cambios y adopta esta nueva forma de hacer transacciones.

Me quede pensando cómo podemos llevar esto a nuestra vida espiritual. Hay cosas que empiezan de a poco, con un núcleo de convencidos y cada vez más gente las va adoptando, lo mismo pasa con la redención mesiánica, al principio unos pocos van a entender que el mundo está listo para un cambio, que solo hay que abrir los ojos y de a poco cada vez más gente ira adoptando esta vida, hasta que todo el mundo entre en la era mesiánica.

¡Shabat Shalom!

Rabino Eli Levy