Estimados lectores:
Llegan los últimos días de Pesaj, recordamos la partida del mar.
Muchas veces escuche de los escépticos:
“El mar no se partió, solo bajo la marea para que puedan cruzar” o comentarios similares.
Para el pueblo judío, el mayor milagro es la partida del mar, no hay mayor milagro. La revelación divina que se vio en el mar representa cuando Di-s corre su velo y muestra sus secretos.
Pero aprovechemos para analizar ¿Qué son los milagros?
Cuando se rompe el statu quo de la naturaleza para ayudar a resolver algo imposible, lo consideramos un milagro, Di-s hace también una demostración de poder con estas acciones.
Pero hay muchos milagros ocultos en nuestras vidas, que a simple vista pensamos “solo bajó la marea”, pero en realidad está presente la mano de Hashem, a punto tal que el Talmud dice: “Es tan difícil para Di-s armar una pareja, como partir el mar”, encontrar una buena pareja y sostenerla es un milagro.
Un creyente con emuná sabe que todo lo que pasa en nuestras vidas en realidad es un milagro, es la mano de Hashem revelada. Eso aprendemos de la partida del mar.
¡Jag Sameaj y Shabat Shalom!
Rabino Eli Levy