A continuación D-os instruyó a los judíos sobre cómo tenían que construir el Tabernáculo mismo. El techo del Tabernáculo tenía que ser formado de tres capas: un tapiz tejido, una cubierta de pelo de cabra, y una cubierta hecha de las pieles de carneros y otro animal, ahora extinto. Las paredes tenían que ser hechas de tablones verticales de madera de acacia.
Insensatez Santa
וְעָשִׂיתָ אֶת הַקְּרָשִׁים לַמִּשְׁכָּן עֲצֵי שִׁטִּים עֹמְדִים: (שמות כו:טו)
Debes hacer los tablones para el Tabernáculo de madera de acacia, [puestos] verticalmente. Exodo 26:15

La palabra hebrea para “acacia” (shitim) significa “encorvarse”. El árbol de acacia es llamado el árbol que se encorva porque se inclina a un lado a medida que crece en vez de crecer derecho. La palabra hebrea para “insensatez” (shetut) es otra aplicación de esta palabra dado que la insensatez es un acto de “doblarse” del camino dictado por la lógica.

La insensatez puede ser sagrada como también no sagrada. La insensatez no sagrada es el pensamiento ilógico que nos lleva a ir contra la voluntad de D-os. La “insensatez” santa es nuestra disposición a ir más allá de los requerimientos estrictos de la Torá al cumplir nuestra misión Divina o al refinarnos a nosotros mismos.

Alegóricamente, entonces, poner los tablones “encorvados” de acacia verticalmente significa usar nuestro poder de ser “insensatos” para propósitos sagrados. Podemos así convertir este rasgo de carácter negativo en una fuerza positiva en nuestras vidas, permitiéndonos alcanzar niveles de dedicación a D-os y unión con Él que no hubiéramos sido capaces de alcanzar de otra forma.1