¿Anhelas experimentar el amor? No eres el único, a la mayoría de nosotros nos pasa. El profundo contacto con otra alma, es sin lugar a dudas, el antídoto más poderoso contra el sentimiento de soledad. Además, el amor puede llegar a ser la experiencia más irresistible y placentera que pueda existir. Entonces, ¿por qué gastamos nuestro tiempo y energía eludiendo este contacto? ¿Por qué siempre estamos a la defensiva y enojados, somos críticos, cerrados, y sentenciosos, bloqueándonos frente a la experiencia que más profundamente anhelamos?

La defensa de nuestro ego se entromete en el camino.

La respuesta es que constantemente nos vemos obligados a reforzar nuestra propia identidad que está basada en el ego, nuestra idea acerca de quién somos. Esta 'egoidentidad' juega un rol muy importante en la vida de los seres humanos, pero no tiene el poder que tiene el amor. El ego tiene que ver con uno mismo, y ciertamente puede y debe tener necesidades. En más de una oportunidad, estas necesidades son con el amor. Sumado a esto, el ego puede llegar a amar la forma en que otra persona lo hace sentir.

Esto no es amor verdadero, las relaciones profundas y el verdadero amor nada tienen que ver con el ego. Para poder experimentar el poder del amor, debemos conectarnos con una parte diferente de nosotros mismos, aquella que está más allá del ego.

La verdadera naturaleza del ego

Este proceso se torna más fácil cuando comprendes la verdadera naturaleza de tu identidad basada en torno al ego: en realidad no existe. Es cierto, todos creemos que este es nuestro rasgo más verdadero, pero la realidad es que nuestra identidad es sólo una perspectiva, la cual se mantiene únicamente por medio de las historias que te cuentas a ti mismo sobre lo que es la vida, lo que son los demás, y lo que tú mismo eres.

Literalmente podrías afirmar que el ego es "puro cuento", un incesante monólogo cuya única intención es reforzar tu propio ser, diciéndote quién eres y quién no. En la mayoría de los casos, su discurso es así: "soy mejor que él, más feo que ella, más inteligente que él, más rico que ella, peor de lo que debería ser. Puedo hacer esto, nunca podría hacer lo otro, no debería haber hecho eso, ellos no deberían ser de esa manera. La vida es linda, dura, tiene la razón, se equivoca. Soy genial, soy un desastre, es mi culpa, es su culpa…." Y así sucesivamente…

Así como las ballenas captan su ubicación percibiendo las ondas de sonido que rebotan en objetos cercanos, tu ego se define a sí mismo a partir de su relación con las personas, ideas, y objetos que te rodean. Este proceso es continuo. Debes reforzar constantemente tu identidad, o perderás la noción acerca de quien eres. Por esto es que puede resultar amenazante que haya alguien o algo que confronte tu ego, tus creencias acerca de ti mismo o de los demás. Dado que el ego está realmente hecho de estas creencias, perspectivas y opiniones, e identificamos al mismo como "uno", al sentir que tus creencias son amenazadas sentirás que esta es una amenaza a tu supervivencia.

Es simple, cuanto más justo y correcto seas, te sentirás más sólido y auténtico; cuanto más "incorrecto" seas, te sentirás más amenazado y empequeñecido.

¿Quién eres realmente?

Si no fuera por el hecho de que tienes otra faceta, esta sería una verdadera mala noticia. Esta otra parte de tu ser, tu esencia pura, tu ser auténtico, tiene una realidad intrín37 seca. A diferencia de tu 'ego identidad', no depende de circunstancias o historias ajenas, ni tampoco se ve amenazada por el éxito de otra persona, o engrandecida por un fracaso ajeno; todo lo contrario. Si fueras un océano, tu 'ego identidad' se correspondería con la superficie del mismo; una superficie intercambiable, vulnerable, que refleja el sol, el cielo, y las nubes, y es afectada hasta por el más mínimo viento. Tu esencia sería la calma, vasta y tranquila agua que se encuentra por debajo, en la profundidad del mar. Esas misteriosas superficies se entrometen en cualquier vida, sin importar su potencial, mientras que, desde la superficie, las aguas tranquilas son invisibles.

Toda transformación implica mirar más allá de esa superficie intercambiable, para poder conectarse con la profundidad de las aguas que están debajo de ella. Por lo general, este proceso comienza a partir de una disconformidad, cuando tu identidad se ve sacudida y obligada a expandirse y a reflejar un nivel más profundo de realidad. Pero, vale la pena.

Mi pequeño llamado de advertencia

El año pasado tuve una experiencia muy típica, de la cual aprendí una increíble lección. Estaba en mi dormitorio. Mi marido iba a llegar tarde a casa, y no había llamado a avisarme. No estaba verdaderamente preocupada por él, pero empecé a ponerme más nerviosa por el hecho de que no había llegado a casa a la hora que dijo que lo haría. Cuanto más tarde viniera, más enojada iba a estar. Ya estaba furiosa cuando finalmente escuché el ruido de la puerta (soy consciente de que esto no demuestra lo mejor de mi, pero la realidad es que esto fue lo que sucedió verdaderamente). Como un globo que se calienta con aire caliente, estaba lista para estallar contra él. Pero luego, algo sucedió. En un inusual momento de lucidez, vi el futuro frente a mis ojos, y se veía de esta manera: primero estallaría y expresaría mi justificada indignación (en un tono elevado de voz). No me detendría hasta que mi marido (un hombre que por lo general es amable y simpático) admitiera que su comportamiento había sido desconsiderado y descortés. Luego, una vez que pasara mi enojo, lo perdonaría y seríamos amigos nuevamente (pero sólo después de haberme encargado de disminuir su ego y agrandar el mío). En ese segundo de lucidez, me di cuenta de que simplemente podía evitar ese momento, y en su lugar ser auténtica y dedicarme a estar cerca de mi marido. Pude ver una nueva alternativa, rehusarme a ser una esclava de mi propio ego, eligiendo, en su lugar, una parte de mi ser más profunda, calma, y auténtica.

Estaba realmente abrumada cuando entré en razón acerca de cuán increíblemente estúpidas, predecibles y automáticamente ridículas son todas estas normas. ¿Qué parte de mí vio esta nueva alternativa? La que se asomó por entre la superficie de mi ego, un pequeño pedacito de mi verdadera esencia.

Ego y propósito: las etapas de la creación

El mundo fue creado en tres etapas básicas. En la primera, la infinita, penetrante y omnipresente luz de D-os brillaba sin límite, ocupando todo espacio. No existía ni un solo lugar al cual no alcanzaba, por lo que fuera de esto, no existía nada. Esta es la fase de la infinidad. En la segunda etapa, D-os ocultó su luz infinita para poder crear lo que aparentemente era un "espacio vacío", en donde otras cosas (por ejemplo el universo y los seres humanos) pudieran existir. Esta ocultación de la verdad es la fase dos, fase de lo finito, que dio lugar a la posibilidad de que un sinfín de criaturas y perspectivas, cada una con sus fronteras y parámetros definidos, pudieran existir. La fusión de lo finito con lo infinito es la fase tres. En ella está incluida la transformación del número limitado de habitantes del universo, quienes deben pasar de una etapa en la que la infinita Fuente Divina está oculta, a una donde la expresen y la revelen.

Como en las escondidas, D-os se oculta en nuestro mundo finito aguardando ser encontrado por nosotros. Mediante este proceso, Él nos dota con el regalo más grande de todos: la posibilidad de existir como individuos finitos, pero que tienen la posibilidad de tener una sincera y cercana relación con nuestro Creador.

Tu ego juega un papel determinante en este proceso. Como todo en este mundo material, tu ego es quien esconde la luz de tu esencia, lo que te hace existir como un individuo particular. Bloqueando tu conexión intrínseca con D-os, tu verdadera naturaleza y propósito, la esencia única del universo, tu ego te permite actuar individualmente; te da la posibilidad de tener una perspectiva y experiencia personal de lo que es la vida. Sin él, serías una simple parte del todo.

Pero éste es únicamente el comienzo del proceso. La meta final es que, por medio de tu ego (tu rol como un individuo limitado con una perspectiva limitada), encontrarás el camino de regreso 'a casa'.

¿Cómo funciona?

Hemos entrado en la era de la transformación. Esto quiere decir que tu 'ego identidad' puede ser entrenada para reconocer la voz de tu ser auténtico y alinearse con ella. El ego no debe ser oprimido, puede ser transformado. Tu ego puede ser usado para cumplir con el propósito para el cual fue creado inicialmente: permitirte realzar tu relación con El Creador, expresar el potencial de tu esencia, y cumplir con tu propósito aquí en la Tierra.

Tus reacciones defensivas, las cuales se basan en tu ego, probablemente no desaparecerán de un momento para otro, pero en lugar de ser su esclavo, puedas valerte de ellas como un impulso para conectarte con las partes más profundas de tu ser. El momento en el que decidas reflexionar y mirar dentro tuyo en lugar de reaccionar, en el que pongas en tela de juicio a tus propios instintos defensivos, en el que realmente tengas en cuenta otros puntos de vista, cuando admitas que puedes haberte equivocado, cuando te conectes con algo superior, cuando seas generoso con tu tiempo, tu plata, y tus recursos, cuando realmente no tengas necesidad de hacerlo, habrás transformado a tu ego en tu aliado.

De hecho, cada vez que utilices tu cuerpo, tu mente, tu tiempo, tus amistades, o tus pertenencias con el fin de cumplir con tu verdadero y auténtico propósito (hacer algo intrínsecamente bueno y Divino), esos elementos se transformarán en sagradas por un momento, por el hecho de haber sido utilizados en pos del propósito de la Creación. Habrás creado un poquito de luz, por medio de la cual la oscuridad del mundo podrá ser transformada.