El Baal Shem Tov nos enseñó que la otra persona es como un espejo
Por Mordejai Wollenberg
El Baal Shem Tov, fundador del movimiento Jasídico, nos enseñó que la otra persona es como un espejo, si notamos fallas en los otros, es porque esas fallas existen en nosotros mismos.
“Cuando una mujer engendra y da a luz a un varón, se impurifica” (Levítico 12:2)
Por Shaul Yosef Leiter
El judaísmo nos enseña que un esposo y una esposa están interconectados en una multitud de planos físicos y espirituales. En la Parshá de Tazria, se ve un ejemplo de esto, con respecto a los sacrificios que se ofrecen luego de dar a luz.
Una vez me encontraba en una sinagoga en donde el Rabino se levantó y dijo que su sueño era crear una comunidad en donde nadie señalara calumnias ni habladurías, ni nadie hablara mal del otro.
Hay que entender que los castigos divinos, cumplen también la función de aleccionarnos y están relacionados con la falta cometida. Más todavía, podemos decir que en realidad no es un castigo, sino una consecuencia directa de la acción negativa.