En esta Parshá, se discute sobre evitar las calumnias o chismorreo - Lashon Hará.

Puede sonar descaradamente obvio que una comunidad funciona mejor sin todos los chismorreos, calumnias y habladurías. ¿Por qué la Torá nos lo tiene que decir?

Sin embargo, como muchas otras cosas, si miramos honestamente alrededor nuestro, deduciremos que se debe recordar constantemente sobre estos valores.

Una vez me encontraba en una sinagoga en donde el Rabino se levantó y dijo que su sueño era crear una comunidad en donde nadie señalara calumnias ni habladurías, ni nadie hablara mal del otro. En aquel momento sonaba bastante simplista e ingenuo, pero reflexionando, es una noción muy profunda, ya que muchos problemas que surgen de chismorreos maliciosos, rumores, etc, pueden ser evitados si cortamos la mala lengua de raíz.

Debemos ser concientes del poder del habla. Una persona puede tener una característica negativa, pero el bien natural dentro de él se esforzará en oprimir este aspecto y en redirigirlo para un buen propósito. Cuando esta característica negativa es tema de conversación, se la hace mucho más real, se la define, se le da un sentido sustancial y válido, en efecto, se la trae a la luz en una medida mucho mayor.

A la inversa, cuando uno habla favorablemente del otro, acentuando su lado positivo, ayuda a la persona a darse cuenta de las auténticas cualidades que le estás atribuyendo, y las haces crecer como corresponde.