(hash-ga-já) השגחה raíz: שגה

Palabras relacionadas: supervisión, supervisar

¿Qué es?

Generalmente traducida como providencia, en términos teológicos, hashgajá significa que Di-s no solo sabe lo que ocurre aquí abajo, sino que además participa en su supervisión. La hashgajá es una especie de interacción bidireccional entre el Creador y la creación, en la que cada uno le responde al otro e interactúa con él. En los Salmos, figura por primera vez una forma de esta palabra: “Desde Su morada Él supervisa a todos los habitantes de la tierra” 1.

La hashgajá constituye una distinción clave entre las cosmologías judía y pagana. El pagano, por lo general, también cree en una única deidad suprema, pero esa deidad es considerada demasiado suprema y exaltada como para que se digne a supervisar este mundo tan bajo. Los filósofos paganos, como Aristóteles, pensaban que la sabiduría de Di-s se centraba solamente en los mundos ideales e intemporales que están más allá del nuestro. Las narraciones de la Torá y su declaración de que el Supremo y Único Di-s es el Di-s de todas las fuerzas de la naturaleza la colocan en directa confrontación con esta forma de pensamiento.

Dos enfoques

Si bien, sin excepción, los pensadores judíos clásicos reconocen el absoluto dominio de Di-s y Su total omnisciencia “desde los cuernos de los bueyes salvajes hasta el piojo más diminuto”2, no obstante, dentro de los textos judíos clásicos pueden distinguirse dos enfoques diferentes:

A partir de los textos bíblicos, talmúdicos y midráshicos, surge una visión de Di-s según la cual Él participa muy de cerca en cada detalle de Sus obras, proveyéndole incluso “al cuervo plumado aquello por lo que clama” 3.

Sin embargo, los filósofos del judaísmo percibieron a Di-s en un papel más pasivo. Según ellos, el grado de supervisión divina corresponde proporcionalmente al grado en que la persona trasciende los asuntos terrenales. El tzadik está envuelto en la supervisión de Di-s en cada detalle de su vida, mientras que la persona burda y materialista es arrojada a un mundo de causas naturales y aleatorias junto con la fauna y la flora. En este ámbito más bajo, los filósofos ven la hashgajá como algo que se aplica solamente en el caso de que un acontecimiento afecte el plan divino. Pero incluso de acuerdo con esta perspectiva, “las circunstancias aleatorias tienen su fuente en Él, porque todo surge de Él y está controlado por Su supervisión” 4.

Al Baal Shem Tov se le atribuye el hecho de haber reintroducido la idea de la hashgajá pratit, la detallada supervisión divina en cada suceso y cada ser creado. Rabí Shneur Zalman de Liadi, uno de los principales y primeros proponentes del pensamiento jasídico, articuló una base racional para dicho punto de vista, uniendo la hashgajá con otro tema fundamental del pensamiento judío: la creación continua-la continuidad de la creación.

¿Adónde te lleva?

La fe en la hashgajá del Creador provee la base para la bitajón. El solo hecho de creer en Su hashgajá eleva a la persona a un nivel en el cual Di-s está íntimamente involucrado en su vida de un modo abierto y beneficioso.

Aquel que cree en la hashgajá pratit percibe a Di-s en todo lo que ve y oye. Cada faceta de su vida se transforma en otra oportunidad más de conectarse con lo Infinito y, por lo tanto, en otra causa más de celebración.