Palabras relacionadas: seguro, confiado, promesa.
¿Qué es?
Generalmente, se traduce como "confianza". La bitajón es un poderoso sentimiento de optimismo y de confianza basado no en la razón ni en la experiencia, sino en la emuná. Tú sabes que "Di-s es bueno y Él es el único que está a cargo de todo" y, por lo tanto, no tienes miedos ni incertidumbres.
Al igual que la emuná, la bitajón es algo que está por encima del raciocinio. La persona que siempre mantiene esta condición es capaz de reconocer el lado positivo de las experiencias de vida, pero es obvio que su bitajón no se basa en ellas. No se trata de una conducta basada en la experiencia, sino que es una actitud que crea la experiencia. Y que dice: "Las cosas son buenas porque yo creo que son buenas".
Por el otro lado, la bitajón no es una estrategia para manipular el universo. Tu creencia no crea el bien, ese bien que estás tan seguro de que ya es la realidad subyacente. Tu creencia solamente proporciona los medios con los cuales esa realidad puede subir a la superficie. Ver "¿Acaso la ley de la atracción es judía?" para más información sobre el tema.
Existen distintos grados de bitajón, de acuerdo con el grado de emuná de la persona. Es posible que una persona tenga emuná de que si bien en este momento las cosas no van bien, finalmente, son todas para bien (a fin de cuentas). Otra forma de emuná más elevada y más iluminada es que todo es bueno ahora mismo, incluso, aquello que en la superficie parece ser algo terrible. Vean "Cuando lo malo es bueno" para las historias de Rabí Akiva y Najum Ish Gamzu que ilustran de qué forman estas dos actitudes pueden actuar en la bitajón resultante.
¿Cuándo la necesitamos?
A diferencia de la emuná, la bitajón no vive dentro de la persona en estado uniforme. La mayor parte del tiempo, la pasa lo más bien sentada al fondo: tú haces tu parte de la mejor forma posible con absoluta fe en que "Di-s te bendecirá en todo lo que hagas" y por lo tanto no son tus propias vivezas o tu gran esfuerzo lo que te proporcionan el éxito, sino que "la bendición de Di-s es lo que enriquece a la persona".
No obstante, de vez en cuando, surgen situaciones en las que no puedes encontrar ninguna forma natural de salir de un embrollo. Ahí es cuando la bitajón necesita despertarse y entrar en acción. En vez de decir "¡Pobre de mí! ¿Quién me puede ayudar?", dices: "Mi ayuda es de Di-s, Quien hace el cielo y la tierra, y por lo tanto puede hacer con ellos lo que se Le antoje".
¿Qué hace?
La bitajón conlleva una cosmología profunda. Aunque esta es subliminal: hasta el judío más simple cree que Di-s puede proveerle todas sus necesidades a pesar de la presencia de los muchos obstáculos –incluso contraviniendo el orden natural– y aun así no quebrantar ni una sola ley de la naturaleza. La curación llega por intermedio de un buen médico, las ganancias llegan a través de una mejor clientela, pero el doctor y la clientela son únicamente canales. La verdadera curación y las verdaderas ganancias surgen directamente de la bendición de Di-s. En otras palabras, en la bitajón encontramos un Di-s que está más allá de la naturaleza, está dentro de la naturaleza.
Esto explica por qué cuando el judío se encuentra en un aprieto, primero se encarga de los temas espirituales –como por ejemplo, chequear las mezuzot o cualquier otra mitzvá, pasar más tiempo en el estudio de la Torá– y en segundo lugar, trata la urgencia material que está enfrentando. Primero pon las bendiciones en su sitio; luego, ocúpate de los canales a través de los cuales llegarán.
¿Cómo conseguirla?
Para cualquier persona, la bitajón puede ser una fuente de tranquilidad y felicidad a lo largo de las vicisitudes de la vida. Muchos leen la historia del maná, el Éxodo, todos los días para fortalecer su bitajón. También es útil leer las historias de otras personas que vivieron una vida de bitajón. Pero no hay nada que ayude más que meditar a fondo en el marco de la relación profunda que cada uno de nosotros tiene con la Fuente de Todo lo Bueno, y que haga funcionar esa convicción cada vez que sea necesario.
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