Hace poco tiempo, se me acercó una abuela que estaba muy preocupada por su nieto adolescente. El muchacho salía con malos amigos que resultaban una muy mala influencia para él. Ella me contó que le había advertido a su nieto que no se viera con estos amigos, pero él no le hacía caso. "¿Qué puedo hacer o decir que le penetre en el corazón y así yo pueda convencerlo?", me preguntó. "¿Cómo es que puedo tener influencia sobre otras personas, pero no puedo hacerlo con mis hijos y mis nietos? ¿Acaso ellos o yo tenemos algún problema?".
Por instinto, los adolescentes se resisten a que se le diga lo que tienen que hacer. Ellos están en un proceso de transición entre la niñez y la adultez y se están preparando para después, para cuando tengan que hacerse cargo de su vida y tengan que tomar sus decisiones. Es por eso que, a veces, los adolescentes rechazan todo tipo de consejos y de guía, en especial si estos provienen de una figura de autoridad, como los padres, los abuelos, los maestros o algún hermano o hermana mayores. El adolescente siente que esa persona está tratando de controlarle la vida, lo cual para muchos de ellos es algo im-po-si-ble de aceptar.
Por eso, en el momento en que una persona con autoridad empieza a decir cosas como "No hagas esto" o "Haz aquello" o "¿Cómo eres capaz de hacer algo así?" y otras muchas otras del mismo tenor, el adolescente se desconecta de inmediato, pues lo percibe como un intento de control y persecución .
Esto fue lo que le aconsejé a esta abuela tan preocupada:
El primer paso es aceptar el hecho de que probablemente ella ya no tiene control sobre lo que hace su nieto adolescente. Sin embargo, eso no significa que no tenga que hacer el intento de expresar su opinión y tratar de influir en su comportamiento. Yo le sugerí que cada vez que le hable, siempre empiece diciendo: "Yo te quiero mucho y me importa mucho de ti; si no me importara tanto, no te estaría diciendo esto". Debe decirle a su nieto que ella no tiene la menor intención de controlarle la vida ni de decirle lo que tiene que hacer. Debe recordarle que ella lo ama en forma incondicional y que no importa lo que él haga que ella siempre va a seguir amándolo. Él es su nieto, y ese vínculo es para siempre. Ella debe asegurarle que lo que él haga con su vida es su decisión.
Además, le propuse que le dijera: "Yo ya tomé decisiones en mi vida, ahora es el turno de que tomes las tuyas. Lo único que puedo hacer es sentarme a un lado y observar. Y porque te amo, tengo la necesidad de señalarte lo que puede llegar a ser un punto débil en tu situación actual. Tal vez, tú no lo veas porque estás emocionalmente implicado en la situación. Yo estoy muy preocupada porque siento que tu actual círculo de amigos está sacando lo peor que hay en ti y, como te quiero tanto, siento que te lo tengo que decir. Es tu decisión si aceptas o no mi consejo. A tu edad, yo tampoco era alguien "perfecto". No siempre, acepté el consejo de mis padres".
Y agregué:
No es lo que dices, sino cómo lo dices.
Si verdaderamente lo amas y te importa realmente y quieres únicamente lo mejor para él, entonces muy probablemente él acepte tus palabras.
También le dije a esta abuela: Esto todavía no es garantía de que tu nieto te vaya a escuchar, pero sí aumenta las probabilidades. Esto solamente va a funcionar si verdaderamente crees que no eres capaz de controlarlo y que lo único que estás tratando de hacer es que él vea lo que no ve por sí mismo.
Haz la prueba. ¡Funciona!
Únete a la charla