Estimados Lectores:
Estamos viviendo la festividad de Janucá, la fiesta de las luminarias. En estos días grandes y chicos se sientan alrededor de la Menora, el candelabro de nueve brazos, para conmemorar un hecho que ocurrió hace más de 2200 años, y pareciera que cada año se suma más gente en los festejos de esta festividad. En los lugares más recónditos y exóticos escuchamos que se hacen encendidos públicos de la Menorá. Menorá de hielo, de legos, de chocolate o de lo que a uno se le pueda ocurrir, la imaginación es infinita para cumplir esta mitzvá.
A pesar de que paso tanto tiempo de los hechos de Janucá su mensaje sigue vigente más que nunca. Cuando uno está decidido a no dejarse doblegar por la mayoría dominante, aunque sea débil, aunque sean pocos, siempre la ayuda de Hashem estará de nuestro lado. Por eso encendemos las velas que cada día acrecientan su luz, para recordarnos que si solo empezamos encendiendo una pequeña llama de luz y de esperanza, pero somos constantes, en poco tiempo esa luz se acrecentara y se expandirá por todo el mundo.
Esperemos que el mensaje de paz universal de Janucá se concrete en lograr un mundo más pacífico y de más armonía para todos.
¡Shabat Shalom y Janucá Sameaj!
Rabino Eli Levy
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