Pregunta:

Todos los rezos en mi sinagoga son en hebreo y no entiendo una palabra de lo que decimos. ¿Por qué rezamos en hebreo? ¿Es mejor leer en hebreo, que no entiendo, o en inglés, que sí entiendo?

La respuesta sencilla:

El hebreo es la lengua predilecta para los rezos. Pero los rezos son algo que debe entenderse. Así que si entiendes el significado de las palabras que dices, reza en hebreo. Si no, reza en el idioma que entiendas (hasta que aprendas hebreo).

La respuesta completa:

Sí, el Shemá, la Amidá, y en general todas las plegarias, se recitan en hebreo, incluso en sinagogas en las que la mayoría de los congregantes habla de manera más fluida otros idiomas. ¿Por qué es así esto?

  1. Cuando el Talmud1 habla de rezar en arameo en lugar de hacerlo en hebreo, asevera que los ángeles no entienden arameo. Como necesitamos que los ángeles eleven nuestras plegarias, deberíamos rezar en una lengua que ellos entiendan. (¡La razón por la cual necesitamos que los ángeles eleven nuestras plegarias amerita una carta entera!)
  2. Al hebreo se lo llama la “lengua sagrada”. Según el Najmánides2 su carácter especial se expresa en el hecho de que es el idioma que eligió Di-s para revelarse Él mismo " rezos fueron escritos en hebreo. Como dice el dichones del cuerpo, sino que prefiere, en cambio, referirse a ellas de manera a los profetas.3
  3. Los rezos fueron escritos en hebreo. Como dice el dicho: “no existe traducción exacta”. Ni siquiera la mejor de las traducciones puede volcar la esencia completa del original. Cuando uno reza en hebreo, se asegura de rezar tal y como nuestros profetas y sabios pretenden que lo hagamos.

Entonces, rezar en hebreo tiene muchas ventajas respecto de rezar en inglés. ¿Pero qué pasa si no se sabe hebreo? ¿Se lo autoriza a uno a rezar en otras lenguas?

Respecto del Shemá, hay una disputa en el Talmud.4 Rabí Iehuda opina que uno debe recitar en el hebreo original, como está escrito en la Torá. La mayoría de los sabios, sin embargo, indica que uno puede leer en cualquier lengua que comprenda. La Halajá sigue a la mayoría, por lo que uno puede recitar el Shemá en su propia lengua, en la que pueda enunciar las palabras de manera clara y articulada.5

Todos acuerdan, sin embargo, en que la Amidá puede recitarse en cualquier idioma.6 ¿Cómo cuadra esto con la regla, antes mencionada, de que los ángeles no comprenden otras lenguas? El Talmud7 hace una excepción en este caso, al decir que la ayuda de los ángeles sólo es necesaria para quien reza solo. El rezo de una congregación, por el contrario, es tan potente que no necesita la asistencia de los ángeles para ser escuchado por Di-s.

¿Entonces qué pasa con alguien que no entiende hebreo y reza solo? ¿Por qué se lo autoriza a rezar en la lengua vernácula?

El Código de la ley judía8 brinda aun dos excepciones más:

  1. El Talmud puede referirse sólo a una situación en la que uno le pide a Di-s que le satisfaga necesidades específicas. Al rezar las plegarias cotidianas que rezan todos los judíos, se aceptan todas las lenguas.
  2. El Talmud menciona en específico el arameo. Todas las otras lenguas se pueden aceptar.

En resumen, es preferible aprender hebreo y rezar en hebreo. Pero si uno no entiende lo que dice, debe decirlo en una lengua que sí comprenda.

Entonces, ahora sabemos que se permite leer los rezos en la lengua propia, si no se entiende el hebreo. ¿Pero se puede rezar en hebreo si no se lo comprende?

Entender lo que uno dice es esencial para el acto de rezar. El Rambam9 escribe que rezar sin concentración no se considera rezar. Rezar, después de todo, no tiene que ver con mascullar palabras y nada más. Se dice que rezar es el “servicio del corazón”.10 Se puede decir todas las palabras en hebreo, pero si no se las entiende no se habrá llevado a cabo la mitzvá del rezo, porque, ¿cómo puede el corazón expresarse con palabras que uno no comprendes?

La mejor solución es, por supuesto, empezar a aprender hebreo. Si nunca se empieza a leer en hebreo, nunca se aprenderá. Por lo que sugiero comenzar por ahí. Primero con unas pocas líneas que uno haya aprendido a entender, y luego expandir de a poco el repertorio. Si se agrega una bendición por vez, antes de que uno se dé cuenta habrá dominado la Amidá completa y mucho más.

También quisiera señalar que si bien uno debe entender y prestar atención al rezo en su totalidad, lo más vital es concentrarse en la primera línea del Shemá,11 la primera bendición de la Amidá,12 y en la línea del Ashrei13 en la que decimos: “Tú abres tu mano y satisfaces el deseo de cada criatura viviente”. Si uno dijera cualquiera de las otras partes del rezo distraído, no tendría que volver a repetirlas. Con estas partes, por el contrario, sí tendría que volver y decirlas de nuevo14 . Por lo tanto, tendría sentido aprender el significado de las partes de ese rezo primero, y comenzar con otras partes en hebreo antes de comprender por completo lo que significan.

Al introducir el hebreo en las plegarias, se preferirá comenzar con esos párrafos que la congregación canta al unísono. ¡Cantar suele ser más sencillo que forcejear solo con las palabras!

Por favor, quiero saber cómo ha resultado.

Con afecto,

Rabí Menachem Posner.