Cada mesa de Shabat cuenta con una copa de vino y dos hogazas de pan: La Jalá. ¿Por qué es que hay dos?
Nuestra Parashá nos enseña que en el desierto, Di-s le dio a nuestros ancestros una porción diaria de Maná. El viernes, Él les daba dos porciones, una para el viernes y otra para Shabat. Conmemoramos este milagro, poniendo dos hogazas de pan en nuestra mesa de Shabat.
Tres cualidades únicas del Maná.
1)Todos llegaban a casa con la medida justa de Maná, sin importar qué tanto o qué tan poco se recolectaba.
2)Todo Maná que no fue comido hasta el anochecer, se arruinaba.
3)Había sin embargo, una excepción: la porción que quedaba luego del atardecer del viernes. Ésta se mantenía fresca para ser comida durante el Shabat.
Tres enseñanzas:
1) Todo en la Torá viene con una enseñanza moral eterna. Enseñanzas eternas son relevantes hoy tal cual eran el día que fueron escritas. ¿Cuál es la enseñanza moral que se puede aprender de las tres cualidades del Maná?
Nuestro destino está marcado en el cielo, y todos recibimos lo que nos corresponde. Trabajar de más no va a aumentar nuestra parcela, y trabajar de menos no la va a disminuir tampoco.
2) Todo dinero que no fue utilizado para el fin de nuestras vidas (por el “atardecer”), se deshecha, porque no podemos llevárnoslo.
3) Hay, sin embargo, una excepción: dinero que es guardado para la comida del Shabat (o sea, usado para el propósito de la Mitzvá). Ese dinero nunca será desechado, y obtendrá su recompensa eterna en el Mundo Porvenir.
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