Las últimas tres plagas son enviadas sobre Egipto: langostas devoran todas las cosechas y vegetales; una oscuridad tangible envuelve a la tierra; y todos los primogénitos de Egipto son eliminados la medianoche del 15 de Nisan.
Di-s manda a entregar la primer Mitzva (precepto) a Israel: establecer un calendario basado en el ciclo mensual lunar. Los Israelitas son también instruidos para ofrecer un “Sacrificio pascual” a Di-s: un cordero o un cabrito que debía ser degollado y parte de su sangre debía ser salpicada sobre las jambas de las puertas de cada casa Israelita, para que Di-s las saltee cuando venga a matar a los primogénitos egipcios. La carne asada de la ofrenda debía ser comida esa misma noche junto con matzá (pan ácimo) y hierbas amargas.
La muerte del primogénito finalmente rompe la resistencia del Faraón y literalmente echa a los Hijos de Israel de su tierra. Tan rápido parten, sin tiempo para que sus masas leuden, que las únicas provisiones que tienen son sin leudar. Antes de irse, piden de sus vecinos egipcios oro, plata y ropas, vaciando a Egipto de su fortuna.
Los Hijos de Israel son mandados a consagrar todos los primogénitos y observar el aniversario del Éxodo cada año a través de deshacerse de todo alimento leudado durante siete días, comiendo matzá, y contando la historia del Éxodo a sus hijos. También son mandados a ponerse Tefilín (filacterias) en el brazo y la cabeza, como un recordatorio del Éxodo y su compromiso para con Di-s.
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