Estimados lectores:

Estamos a pocos días de Shabuot, una de las fiestas centrales del pueblo judío. En esta fiesta recibimos los diez mandamientos en el monte Sinai y tuvimos la máxima revelación de la divinidad cuando El mismo nos dijo “Yo soy Hashem tu Di-s que te sacó de la tierra de Egipto”.

Siempre se da la coincidencia que la parashá Bamidbar se lee en la semana previa a Shabuot. Y hay varias cosas tienen que ver como preparación para recibir esa máxima revelación.

1. El Midbar, desierto es yermo y no hay cultivos ahí. La Torá la debemos estudiar sin preconceptos ni tratando de imponer nuestra forma de pensar, más bien debemos aceptarla como la sabiduría de Hashem.

2. En el desierto no hay población estable y los recursos son limitados. Eso nos enseña que la Torá y los preceptos los debemos cumplir incluso en las situaciones y contextos difíciles, no solo en los momentos que estamos cómodos en nuestras casas y comunidades.

3. En la parashá Bamidbar, Di-s censa al pueblo y cuenta a cada uno. La preparación para recibir la Torá fue que el pueblo se encontraba unido “Como una sola persona, en un solo corazón”, es clave reconocer que cada uno del pueblo judío es necesario y parte elemental para que seamos merecedores de la Torá.

La entrega de la Torá como la salida de Egipto no la vivenciamos como un evento del pasado, sino que cada año revivimos ese momento cuando leemos los 10 mandamientos en el templo, esa revelación y esa energía se vuelve a repetir cada año con fuerzas renovadas. Por eso es necesaria la preparación de humildad y unión del pueblo para ser merecedores de internalizar estas poderosas bendiciones divinas.

¡Shabat Shalom!

Rabino Eli Levy