Para comprender qué somos a los ojos de nuestro Creador:
Medita en el rayo de luz que penetra a través de una ventana en un día de sol e imagina qué es ese rayo dentro de su fuente, el sol. Así también, el Cosmos es una nada absorbida dentro de su Fuente, la Luz Infinita.
Imagina todo el universo como una corriente de pensamiento consciente e imagina cómo un pensamiento individual existe en su lugar de nacimiento, en las profundidades del Subconsciente Supremo, un lugar anterior a las palabras, anterior a las cosas, donde sólo Uno existe.
Nosotros, seres creados, no podemos percibir el Origen con nuestros ojos físicos, por eso vemos un mundo. Pero para el Origen no hay seres, ni entidades, sólo la Luz
Infinita.
Sí, estamos aquí. Pero en la Realidad Suprema, no hay nada más que Él.
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