A veces puede parecer que hay un lugar donde, de acuerdo a todas las consideraciones, la Divinidad no puede entrar.

Un obstáculo que te impide lograr algo positivo. Un amigo al que no es posible convencer para que ayude en hacer un favor. Una reunión que parece sin sentido.

En tales situaciones, lo apropiado es desechar todas las consideraciones y ¡hacer! No es tu trabajo determinar la factibilidad o el "dónde". Tu trabajo es determinar "cómo". Hazlo y verás milagros.