Estimados lectores:

Esta Parashá comienza a hablarnos sobre los korbanot, los sacrificios. La palabra korban proviene del verbo lekarev, que significa "acercar". Es decir, los sacrificios nos acercan a Di-s.

¿Cuál es su sentido? Cuando una persona entrega algo que podría haber utilizado para su propio beneficio—ya sea un cordero, un puñado de harina o un litro de vino—está demostrando un acto de entrega. La lección de los korbanot es aplicable a todos los preceptos y a nuestra relación con Hashem en general.

Si estamos constantemente enfocados en qué beneficio podemos obtener de todo lo que llega a nuestro alcance, en cómo engrandecer nuestro ego, nunca lograremos conectarnos con Di-s. Por el contrario, si estamos dispuestos a tomar algo y consagrarlo completamente, sin recibir ningún beneficio tangible a cambio, estamos educando nuestro ego para comprender que no todo gira en torno a nosotros. No somos el centro del mundo; hay algo que nos trasciende. Y es precisamente a través de este reconocimiento que nos acercamos a Hashem.

Lo mismo ocurre en nuestra relación con el prójimo. No hay forma de acercarse al otro sin korban, sin sacrificar parte de nuestro confort o beneficio personal. Una relación en la que no estamos dispuestos a dejar de lado nuestro ego y a "perder" algo no podrá avanzar. Esto es válido para la vida en pareja, para la comunidad e incluso para nuestro entorno social.

Si bien en la actualidad ya no tenemos los korbanot del Templo, su mensaje espiritual y simbólico sigue siendo más relevante que nunca.

Pdta: No olviden de vender el Jametz a traves de nuestro sitio, haciendo clic acá para no transgredir la prohibición de poseer Jametz durante la festividad de Pesaj.

¡Shabat Shalom!

Rabino Eli Levy