Ahora bien, para explicar con mayor amplitud la expresión del Ienuka, mencionada antes, es necesario explicar primero —de modo que se pueda comprender un poco— el concepto de la Shejiná "morando", que "moraba" en el Santo de Santos, y análogamente todo otro lugar donde mora la Shejiná. ¿Qué significa este concepto? ¡Ciertamente "todo el mundo está lleno de Su gloria" y "no hay lugar vacío de El"! Sin embargo, [la clave para comprender] este tema es [posible hallarla en] lo escrito: "Y de mi carne veo a Di-s". A modo de analogía: El alma humana permea los 248 órganos del cuerpo, de la cabeza a los pies, [al grado de que no está ausente en ningún órgano o parte de éste]. Sin embargo, su principal alojamiento y morada se encuentra en el cerebro de la persona, y del cerebro [el alma] se propaga a todos los órganos [por igual]; [además,] cada órgano recibe de ella una [diferente forma de] fuerza vital y poder [funcional] apropiado para sí conforme su composición y carácter —el ojo para ver, el oído para escuchar, la boca para hablar y los pies para caminar—, [una fuerza vital y habilidad del alma que "mora" y se revela inicialmente en el cerebro,] tal como claramente percibimos cómo en el cerebro la persona es consciente de todo lo que ocurre en los 248 órganos y de todo lo que es experimentado por ellos, [porque el cerebro es el centro nervioso y morada y fuente principal de la fuerza vital de todo el cuerpo].
Ahora bien, la variación en la recepción por parte de los órganos del cuerpo de los poderes [funcionales] y la fuerza vital desde el alma, no deriva de su esencia y ser, [la del alma, como para que digamos] que su ser y esencia está dividida en 248 partes diferentes, investidas en 248 lugares, conforme el diseño de las diferentes ubicaciones de los órganos del cuerpo, porque, de ser así, resultaría que la esencia y ser del alma está modelada siguiendo un diseño físico y una imagen y estructura similar a la estructura del cuerpo, Di-s libre.
Más bien, [el alma Divina] es por entero una entidad espiritual singular y simple, desprovista de cualquier diseño físico y de cualquier tipo de definición de espacio, medida o limitación físicos en virtud de su propia esencia y ser intrínsecos. Y no es válido decir, en cuanto a su ser y esencia, que se encuentra más en el cerebro de la cabeza que en los pies, puesto que su ser y esencia no está sujeto al concepto y dimensión del espacio y la limitación físicos. Más bien, 613 clases de poderes [funcionales] y fuerzas vitales están contenidos dentro de ella, dentro de su ser y esencia, para concretarse y emerger del ocultamiento [e inclusión dentro de la esencia del alma] a fin de animar los 248 órganos y los 365 vasos sanguíneos del cuerpo al investirse dentro del alma animadora [o vital] que también posee los correspondientes 248 y 365 poderes [funcionales] y fuerzas vitales.
Ahora bien, en cuanto al flujo de los 613 tipos de poderes funcionales y fuerzas vitales [que son atraídos] desde el ocultamiento del alma al cuerpo para animarlo, al respecto han dicho [los Sabios] que el principal lugar de morada y descanso de este flujo y revelación [de los poderes y fuerzas previamente ocultos] está [situado] por entero en el cerebro de la cabeza. Por eso es él, [el cerebro,] el que recibe primero el poder y la fuerza vital apropiada a él conforme su composición y carácter, a saber, [el intelecto que está dividido en las tres facultades llamadas] JaBaD, y la facultad del pensamiento, y todo lo que es pertinente al cerebro. Y no sólo esto, sino también el flujo general de todas las afluentes [individuales] de vitalidad para los demás órganos también está [primero] contenido e investido en el cerebro que se encuentra en la cabeza, [antes de revelarse en los órganos individuales], y es allí donde el foco y la raíz de dicho flujo existe en una forma en que la luz y vitalidad de todo el alma está revelada. De allí se expande una radiación a todos los demás órganos, cada uno de los cuales recibe [entonces] el poder funcional y fuerza vital que le son apropiados conforme su composición y carácter: el poder de la vista se revela en el ojo, el poder de oír en el oído, etcétera. Pero todos los poderes funcionales fluyen del cerebro, como es sabido, pues allí está el principal lugar de morada de toda el alma, de una manera manifiesta, pues allí se revela la fuerza vital general que fluye de ella. Son sólo las facultades [individuales] de la fuerza vital general las que irradian y se propagan de allí a todos los órganos del cuerpo, tal como la luz se expande e irradia del sol hacia las habitaciones más interiores. [Incluso el corazón recibe [su propia fuerza vital] del cerebro, en razón de lo cual el cerebro domina por naturaleza al corazón, como se explicara antes].
De una manera verdaderamente similar, hablando en términos figurados, el bendito Ein Sof llena todos los mundos para animarlos. Y en cada mundo hay criaturas sin límite o fin, miríadas de miríadas de niveles varios de ángeles y almas, etc., y así, también es la abundancia de mundos sin fin o límite, uno más alto que el otro, etc.
Ahora bien, la esencia y ser del bendito Ein Sof es la misma en los mundos superiores e inferiores, como en el ejemplo del alma expuesto arriba, y como está escrito en Tikuním que "El es el Oculto de todos los ocultos". Esto significa que incluso en los superiores y ocultos mundos El está oculto y escondido dentro de ellos, tal como El está oculto y escondido en los [mundos] inferiores, Pues ningún pensamiento Lo puede captar a El en absoluto, siquiera en los mundos superiores. Y [dónde] Se encuentra: tal como El Se encuentra allí, así Se encuentra en los [mundos] realmente más bajos.
La diferencia entre los mundos superiores e inferiores es en cuanto al flujo de vitalidad que el bendito Ein Sof hace fluir e iluminar a modo de "revelación [que surge] de lo oculto" [11lo cual es una de las razones de por qué la influencia y el flujo de esta vitaliadad sea llamada figurativamente "luz"] para animar los mundos y las criaturas que hay en ellos. Pues [entonces, en esto radica la diferencia entre los mundos superiores e inferiores:] los mundos superiores reciben [esta vitalidad y luz] de una manera un tanto más revelada que [como la reciben] los inferiores; y todas las criaturas que hay en ellos [—en los mundos superiores—] reciben [el aspecto revelado de vitalidad, si bien] cada una según su capacidad y naturaleza, que es la naturaleza y forma del flujo particular con el cual el bendito Ein Sof la imbuye e ilumina. Pero los [mundos y criaturas] inferiores, aun los espirituales, no reciben [la fuerza vital Divina] de una forma tan revelada [como ésta es recibida en los mundos superiores] sino sólo por vía de muchas vestimentas, en las cuales el bendito Ein Sof inviste la vitalidad y luz que El hace fluir y brillar sobre ellos con el fin de animarlos.
Estas vestimentas, en las que el bendito Ein Sof inviste y oculta la luz y vitalidad, son tan fuertes y poderosas que con ello, [con esta fuerza vital y luz,] El creó este mundo [que es] concretamente corpóreo y físico, y lo crea y anima con la vitalidad y luz que El hace fluir y brillar hacia éste; [esta iluminación es una] luz que está investida, escondida y oculta dentro de numerosas y poderosas vestimentas que ocultan y esconden la luz y vitalidad de manera que ninguna luz o vitalidad en absoluto sea visiblemente revelada, sino sólo cosas corpóreas y físicas que parecen sin vida. No obstante, contienen luz y vitalidad que los crea constantemente a partir de la nada, de modo que no vuelvan a ser nada y nulidad como lo eran [antes de ser creados]. Esta luz proviene del bendito Ein Sof, sólo que está investida en numerosas vestimentas, como está escrito en Etz Jaím, que la luz y vitalidad del globo terráqueo físico, que es visto por los ojos mortales, se deriva de maljut de maljut de Asiá, y en él está [contenido] maljut [del siguiente Mundo superior, el Mundo] de Ietzirá, y así sucesivamente, de manera que en todos ellos están contenidas las diez Sefirot [del Mundo más excelso, el] de Atzilut, que están unidas a su Emanador, el bendito Ein Sof.
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