[Pese a que sólo hay veintidós letras, éstas pueden crear una vasta multitud de criaturas] pues las criaturas se dividen en categorías, [tanto] generales como particulares, [división multitudinaria que se produce] mediante cambios en las combinaciones, sustituciones y transposiciones [de las letras], como se explicara arriba, pues cada letra es un flujo de una fuerza vital y un poder individual y particular. Y cuando muchas letras se combinan para formar una palabra, entonces, además de las numerosas clases de poderes y fuerzas vitales que emanan según el número de letras en la palabra, hay, además, trascendiendo a todos [los poderes particulares], el flujo de un poder superior y una fuerza vital general que contiene y es equivalente a todos los varios poderes y fuerzas vitales individuales de las letras y que las trasciende a todas; las une y combina a fin de conceder poder y fuerza vital al mundo que fue creado [tanto] con sus aspectos generales como particulares,* a través de esta palabra.
* NOTA
Dado que cada una de las veintidós letras de la Torá es el flujo de una fuerza vital y poder individual y particular que no fluye a través de ninguna otra letra, por eso, la figura escrita de cada letra es del mismo modo específica y distintiva, indicando el esquema del flujo y la manifestación de la luz, la fuerza vital y el poder que se revela y fluye a través de esta letra, [es decir,] cómo fluye y se revela de los atributos del Santo, bendito sea, Su Voluntad, Su sabiduría, etc.
Como por ejemplo, mediante las palabras de la Aserción "Haya un firmamento...", fueron creados los siete cielos y todos sus componentes celestiales. Así, nuestros Sabios de bendita memoria hablan de "[el firmamento llamado] Shejakím, donde se alzan molinos que trituran maná para los tzadikím..., [el firmamento llamado] Zevúl, donde se alzan [los celestiales] Jerusalén, el Santo Templo y el Altar..., [el firmamento llamado] Majón, donde están los depósitos de nieve y los depósitos de granizo...". Los cielos como un todo fueron creados, viven y existen a través de la generalidad de las palabras de la aserción "Haya un firmamento...", y cada ser individual en los siete cielos fue creado, vive y existe en virtud de alguna combinación de las letras de estas palabras, o sus sustituciones y transposiciones, [siendo éstas] acorde a la calidad de la fuerza vital de aquella criatura particular. Pues cada cambio en una combinación es una mezcla y entrelazamiento de los poderes y fuerzas vitales de una forma diferente, porque cada letra precedente en la combinación domina y es la [fuerza] esencial en este ser creado, mientras que las otras están subordinadas a ella y se incluyen en su luz, y con ello es creado un nuevo ser. Del mismo modo, mediante la sustitución de letras o sus transposiciones, son creadas nuevas criaturas que son de niveles inferiores al de los seres creados de las letras [originales] mismas.
Pues ellas, [las letras sustituidas,] se asemejan, a modo de ilustración, a la luz que por la noche brilla sobre la tierra desde la luna, y la luz lunar proviene del sol, de lo que resulta que la luz que está sobre la tierra es una luz [reflejada] de la luz del sol.
Exactamente así, hablando alegóricamente, las letras que forman las Aserciones son el flujo global de la fuerza vital, la luz y el poder [que emana] de los atributos del Santo, bendito sea, para crear los mundos a partir de la nada y darles vida y sostenerlos en tanto así lo disponga Su bendita Voluntad. De este flujo global y poderosa radiación [de las Aserciones mismas], Di-s hizo que brillara y emanaran sus derivados similares y sus ramales, que son derivaciones y flujos de la luz [que proviene] de las letras. Y éstas [derivaciones y ramales] son las sustituciones de letras y sus transposiciones, con las que El creó las criaturas particulares de cada mundo. De manera análoga, Di-s proyectó la luz de las letras de otra manera, e hizo que una radiación de la radiación de la radiación emanara y descendiera de los fulgores de luz de las letras; y del mismo modo El continuó haciendo emanar y descender [la radiación de la radiación etc.] hasta el nivel más bajo en la cadena de descensos, hasta que [seres] completamente inanimados, tales como las piedras y el polvo, fueron creados. Y sus nombres éven/אבן ("piedra") y afár/עפר ("polvo") son sustituciones de sustituciones, etc., y transposiciones de transposiciones, etc., como se mencionara arriba.
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