Es la advertencia con la cual se nos previno de no temer al falso profeta o abstenemos de matarlo por cuanto él profetiza en Nombre de Di-s. No hemos de temer castigo en absoluto por cuanto se nos aclaró su falsedad.
Es lo que El, exaltado sea, dijo: No temas por él. En expresión del Sifrí: "No temas por él — no te abstengas de declarar culpabilidad sobre él"
Ya hemos explicado las leyes de este precepto en la introducción a nuestra obra, el "Comentario a la Mishná".
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