Es la advertencia con la cual se nos previno de no preguntar al ov, y pedir de él información.
Es lo que El, exaltado sea, dijo: No se ha de hallar en ti... y quien pregunta al 'ov'.
Quien transgrede este Precepto Negativo, es decir, el que pregunta al 'ov' — no es pasible de (la pena de) muerte, pero ésta es cosa prohibida.
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