"Y cuando Moisés vino a la Tienda de Reunión para hablar con Él (el Todopoderoso, oyó la voz hablando con él, de encima de la cobertura de oro (kaporet) que estaba en el arca del testimonio, de entre los dos querubines; y [Di-s] le habló" (Números 7:89).
Cuando Moisés escuchó la voz de Di-s en el Santuario ocurrió un fenómeno milagroso. A pesar que la voz divina era tan fuerte como en el Monte Sinaí cuando los dos millones de personas la escucharon, tan alta como para ser audible mucho más allá de los confines del Santuario, el sonido se interrumpía milagrosamente en la entrada del Santuario y no iba más allá. Moisés estaba obligado a entrar al Santuario para oírla (Rashi)
En las obras jasídicas hallamos una explicación significativa acerca de por qué fue necesario que la voz de Di-s se interrumpiera a la entrada del Santuario y no fuera más allá: Di-s desea que el Hombre Lo sirva por su propia elección, y que "la voz de Di-s" —Su llamado, mensaje y enseñanzas —sean traídos al mundo por el servicio del hombre.
La "voz de Di-s" es una revelación de Di-s. Un lugar que el Todopoderoso pone aparte como una ubicación establecida para repetidas revelaciones de Divinidad, un lugar donde Su voz es oída una y otra vez, como un lugar que posee un grado más elevado de santidad. Tal lugar era el Santuario, que fue llamado la "Tienda de Reunión" porque la Presencia de Di-s se encontraba regularmente. La voz de Di-s, la misma gran voz que fue oída en Sinaí, llenaba regular y repetidamente el Santuario.
Si la voz y las palabras del Todopoderoso hubieran ido más allá en el mundo, repetida y regularmente, entonces el mundo se habría convertido en una gran "Tienda de Reunión", un santuario en el cual el Hombre no podría elegir ir en contra de los deseos de Di-s. El servicio a Di-s del Hombre a través del libre albedrío, sería imposible. Fue el deseo de Di-s que nosotros transformemos, a través de nuestro servicio —no por medio de la intervención divina —un entorno en el cual Su Voz "no es oída" en una morada adecuada para Su presencia.
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