Aun el más pequeño residuo o "sabor" de una sustancia no kosher hace que la comida no sea kosher. Por lo tanto no es suficiente con comprar alimentos kosher. La cocina también debe ser "kosher", lo que significa que todos los utensilios y superficies para la preparación de comida son utilizados únicamente para alimentos kosher, y que deben usarse cocinas, ollas, cuchillos, vajilla, mesadas y manteles separados para carne y leche.

Una regla práctica general es que en todo momento en que la comida caliente entra en contacto con otro alimento o utensilio, el alimento o el utensilio absorberán su "sabor". También las comidas frías y los utensilios, bajo determinadas circunstancias (como cuando la comida es condimentada o salada y es cortada con un cuchillo, o permanece en el utensilio por un extenso período de tiempo), transmite su "sabor". Por lo tanto, comida preparada en una cocina o fábrica en la que también se prepara comida no kosher, invariablemente se hará no kosher también (a menos que el sabor impregnado es extraído primero del utensilio en un proceso especial de "kasherización").

Para una guía acerca de cómo establecer una cocina kosher o "kasherizar" una cocina anteriormente no kosher ver Kasherizar Su Cocina.