Incluso una pequeña porción de sustancia no kosher – tan poco como 1/60 parte (1.66 por ciento) del volumen del alimento, y en ciertos casos, incluso menos que esto – convierte un alimento kosher en no kosher. Por la misma razón, los utensilios que entran en contacto con un alimento caliente absorberán su "gusto" y lo impartirán posteriormente al otro alimento.

Por ejemplo, un pan que fue horneado en una bandeja engrasada con un porcentaje pequeño de grasa de cerdo, o jugo de fruta pasterizado en la misma maquinaria que leche no kosher, o un plato vegetariano preparado en una cocina con los mismos utensilios en los cuales un plato no kosher fue cocinado anteriormente — todos éstos son vistos como no kosher si la proporción es mayor al porcentaje permitido.

Es por esta razón que se utilizan utensilios separados para la carne y la leche, y es necesario una certificación kosher confiable para los alimentos procesados o preparados fuera de casa.