Los años finales de Jacob, que pasó en Egipto con su familia reunida, fueron los mejores de su vida.
Verdadera Alegría
וַיְחִי יַעֲקֹב בְּאֶרֶץ מִצְרַיִם שְׁבַע עֶשְׂרֵה שָׁנָה וגו': (בראשית מז:כח)
Jacob vivió 17 años en Egipto. Genesis 47:28

A pesar de la alegría de Jacob al ver a su familia reunida y fiel a sus tradiciones, es difícil imaginar cómo los años que pasó en el ambiente idólatra de Egipto pueden haber sido los mejores de su vida. La respuesta a este misterio es que, como se mencionó antes, Jacob había enviado a Judá a establecer una academia para el estudio de la Torá en Egipto. Así Jacob se aseguró que él y sus descendientes se mantengan inmunes a las influencias negativas de la sociedad corrupta de Egipto.

Es más, al resistir las tentaciones de Egipto, los descendientes de Jacob crecieron de una forma que sólo es posible cuando nos enfrentamos con desafíos. Es por esto que los mejores años fueron los que pasó en Egipto, porque fue sólo allí que pudo ver que sus hijos habían absorbido completamente su instrucción y guía moral. Ahora sabía que la misión Divina que comenzó con su abuelo Abraham, continuaría.

En forma similar, frecuentemente nos encontramos en “Egipto”, en lugares de oscuridad espiritual. Como Jacob y su familia, a través del estudio de la Torá nos mantenemos a salvo de la oscuridad de “Egipto” y revelamos Divinidad incluso allí.1