Habiendo completado las instrucciones con respecto a los procedimientos para los sacrificios, la Torá describe como Aharón y sus cuatro hijos fueron instalados en el sacerdocio. Moshé congregó a todo el pueblo judío en la entrada del Tabernáculo para que pudiese presenciar estos rituales.
El Propósito del Sacerdote
וַיֹּאמֶר מֹשֶׁה אֶל הָעֵדָה זֶה הַדָּבָר אֲשֶׁר צִוָּה ה' לַעֲשׂוֹת: (ויקרא ח:ה)
Moshé le dijo a la comunidad: “Este procedimiento es lo que D-os [me] ordenó hacer.” Levitico 8:5

Aharón y sus hijos fueron instalados como sacerdotes por medio de dos tipos de ofrendas: , sacrificios específicos que Moshé ofrendó en nombre de ellos cada día durante una semana completa cuando el Tabernáculo fue erigido por primera vez, y una ofrenda de trigo que cada sacerdote debía ofrendar en el primer día de su servicio. El objetivo de dichos sacrificios era despertar dentro de Aharón y sus hijos las cualidades que les permitieran actuar como representantes del pueblo judío ante D-os, tanto para lograr la expiación por sus faltas como para elevarlos a mayores alturas de consciencia Divina.

Cada uno de nosotros tiene el poder interno de no sólo sobreponerse a la oscuridad espiritual sino transformarla también en luz. Pero este poder interno, por diversas razones, no siempre lo tenemos disponible. Por lo tanto debemos buscar personas que estén impregnadas de Torá y más avanzadas en el camino del refinamiento espiritual, para que podamos beneficiarnos de su inspiración y guía. Al mismo tiempo, también debemos desarrollar nuestro “sacerdote” interno, tanto para transformar nuestra oscuridad interna en luz, como para ayudar a otros a hacer lo mismo por sí mismos.1