En el transcurso de los rituales de purificación hechos sobre la persona que estuvo afectada por tzaráat, el sacerdote oficiante debe aplicar algo de la sangre de uno de los sacrificios en varios puntos del cuerpo de la persona.
Un Corazón Puro y Humilde
וְלָקַח הַכֹּהֵן מִדַּם וגו': (ויקרא יד:יד)
El sacerdote debe agarrar algo de la sangre. Levítico 14:14

Como se mencionó, el exceso de energía negativa generada por los pecados del chisme y la calumnia se neutraliza y supera estudiando Torá “excesivamente”; esto genera un exceso de energía positiva. Pero para que nuestro estudio de Torá produzca energía Divina y la inyecte en la creación, debemos estudiarla con intenciones puras, o sea para cumplir con la voluntad de D-os y diseminar más consciencia Divina, en vez de hacerlo por interés personal o meramente como un ejercicio intelectual. Tal como un sacerdote tenía que oficiar en el ritual de purificación de la persona que había estado afectada por tzaráat, nuestro estudio de Torá debe ser supervisado por nuestro “sacerdote” interno. El sacerdote en el Tabernáculo (y más tarde en el Templo Sagrado) personificaba la autoanulación total a D-os; de la misma forma, debemos esforzarnos por estudiar la Torá con un corazón puro y humilde.1