Los patriarcas - Abraham, Isaac y Jacob - cumplieron con las leyes de la Torá antes de que fueran formalmente dadas en el Monte Sinaí. Sin embargo, hemos visto que los hijos de Jacob se casaron con sus hermanas. La razón es que, debido a que la sociedad estaba tan corrompida moralmente en los tiempos de los patriarcas, simplemente no había opciones apropiadas de parejas para matrimonio fuera del círculo familiar. En esa época, era crucial preservar la integridad espiritual y moral de la familia que se estaba formando para convertirse en el pueblo judío. Por lo tanto, para asegurar que sus hijos no heredasen características negativas de madres no apropiadas, o absorban actitudes negativas al ser criados por esas mujeres, los varones descendientes de Abraham se vieron forzados a no honrar esas prohibiciones, que de todas formas sólo se volverían legalmente obligatorias con la Entrega de la Torá en el Monte Sinaí.
Aprendemos de esto cuánto cuidado debemos tener para asegurar que la formación y el ambiente de nuestros niños apoyen y alienten su absorción de las enseñanzas y valores de la Torá.1
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