Al final de la lista de las relaciones prohibidas, D-os autorizó a las cortes judías a imponer sobre el pueblo judío cualquier restricción adicional que consideren necesaria para salvaguardar la observancia de estas leyes.
La Necesidad de la Precaución
וּשְׁמַרְתֶּם אֶת מִשְׁמַרְתִּי וגו': (ויקרא יח:ל)
[D-os le dijo a Moisés] “Deben cuidar Mi encargo.” (Levítico 18:30)

Este requerimiento también incluye la directiva de que cada uno de nosotros tomemos por nosotros mismos precauciones adicionales cuando vemos que son necesarias para evitar transgredir cualquiera de las prohibiciones de la Torá.

El hecho de que la Torá aliente estas “salvaguardas” nos enseña que nunca debemos subestimar su importancia. Dado que tendemos naturalmente a sobreestimar nuestra capacidad de resistir el mal, es necesario que evaluemos periódicamente nuestra salud espiritual - preferiblemente consultando regularmente con un consejero espiritual calificado - para determinar cuándo son necesarias restricciones adicionales.1